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  • DISCUSIONES

    VILLORO: SOBRE VERDAD,OBJETIVIDAD Y SABER

    LEN OLIVInstituto de Investigaciones

    Filosficas, UNAM

    El libro de Luis Villoro Creer, saber, conocer (1982), fue pu-blicado en Mxico hace ms de dos aos. Hasta donde s, a lafecha no ha recibido en el medio filosfico de habla espaolala discusin que merece en virtud de la importancia de lostemas que trata, el rigor con que los aborda, y las contribu-ciones que hace para su esclarecimiento. En lo que sigue dis-cutir algunos de los problemas tratados por Villoro, sin in-tentar hacer una resea del libro. No hace falta aclarar queesta discusin, lejos de pretender disminuir los mritos de laobra, intenta subrayarlos al mostrar lo estimulante que puedeser su lectura. Su mejor efecto sera el de contribuir a generaruna polmica sobre el libro y los temas que trata, fundamen-tales para la epistemologa contempornea.

    Mi inters reside fundamentalmente en las nociones de"objetividad" y de "verdad", como presupuestos necesariospara el esclarecimiento de la de "saber". Desde mi punto devista, una de las contribuciones de Villoro consiste en la clari-dad con que presenta la nocin de objetividad, y en sealar surelatividad con respecto a comunidades epistmicas. Creo, sinembargo, que el anlisis de Villoro puede refinarse, y la nocinde objetividad extenderse de manera que se vea explcitamen-te su relacin con contextos de accin prctica y contextosde interaccin comunicativa. Tambin me parece convenienteresaltar ms el papel de los marcos conceptuales. Propondrque la objetividad ciertamente es relativa, pero a sociedades,entendidas como comunidades epistmicas junto con los mar-cos conceptuales que tienen a su disposicin, as como loscontextos de accin y de comunicacin entre los sujetos que

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  • son miembros de ellas. Por otra parte subrayar que la inter-pretacin que hace Villoro de la concepcin semntica de laverdad. tal como la precis Tarski, no es la nica posible, yque de hecho es neutral con respecto a los debates entre rea-listas y antirrealistas, debate que veremos pertinente para losproblemas que discute Villoro. Ms an, propondr que suanlisis queda expuesto a las crticas, desde mi punto de vistacorrectas, que frecuentemente se dirigen contra el realismoque asume, al cual llamar metafsico, siguiendo la terminolo-ga de Putnam (1981). Por ello sugerir otra manera de enten-der la verdad. la cual evita las crticas mencionadas, y no sloes compatible con el anlisis de Villoro, sino que es ms apro-piada para sus fines. Finalmente examinar algunas de lasconsecuencias de las anteriores cuestiones con respecto alanlisis de la nocin de "saber".

    Verdad y realismo

    Villoro asegura que la nocin de "saber" requiere la de "razo-nes objetivamente suficientes", y a la vez la nocin de "justi-ficacin objetiva" requiere la de "verdad" (p. 181). Estaltima resulta as una nocin primitiva sobre la cual lo msque puede decirse es lo que Tarski precis con respecto a laconcepcin semntica.

    Pero Villoro incluye en su interpretacin de la concepcinde Tarski ideas que ya no son semnticas sino metafsicas. yasume una posicin realista. Efectivamente. dice que en elanlisis de la condicin.

    (V) "u" ('S verdadera si y slo si P

    J, ('S decir, "lo que hace verdadera la proposlclOn ',,". slopuede ser el hecho real, tal como existe con independencia decualquier sujeto que lo crea" (p. 176, subrayado mo).

    Villoro admite una interpretacin realista al aceptar la exis-tencia de hechos reales con independencia de cualquier sujeto.En primer lugar quiero subrayar que Villoro admite la exis-tencia independiente de hechos reales. Y en segundo lugar

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  • que ve tal independencia con respecto de los sujetos: "Debeaceptarse que si 'p' es verdadera, p existe con independenciade cualquier sujeto" (p. 178).

    Villoro justifica su realismo recurriendo al llamado argumento de la mejor explicacin. As dice:

    ... las nociones de "realidad" y de "verdad" son indispen-sables para explicar la objetividad de la justificacin ... laobjetividad supone la coincidencia de juicios de una comu-nidad de sujetos epistmicos. En lo que respecta a los jui-cios de hechos, la mejor explicacin de esa coincidencia esla existencia real, independiente de los sujetos, de loshechos juzgados. De lo contrario la intersubjetividad slopodra explicarse por extravagantes hiptesis ... La admi-sin de un mundo real, comn a todo sujeto, base de laverificacin de todo juicio emprico, es la nica explica-cin concluyente, completa y coherente con todos nues-tros conocimientos. La verdad, como correspondencia denuestros juicios con esa realidad, resulta as la nica expli-cacin racional suficiente de la objetividad de nuestras ra-zones (p. 181).

    Villoro piensa, pues, que la nocin de verdad y su correla-tiva dc realidad no contaminada por los marcos conceptuales,son necesarias para comprender el concepto de objetividad.

    Por "objetividad" Villoro entiende, a la vez, coincidenciade juicios entre los sujetos de una comunidad epistmica. Vi-lloro define esta nocin como sigue:

    Llamemos 'sujeto epistmico pertinente' de la creencia deS en p a todo sujeto al que le sean accesibles las mismas ra-zones que le son accesibles a S y no otras, y 'comunidadespistmica pertinente' al conjunto de sujetos epistmicospertinentes para una creencia (p. 147).

    Ahora bien, la coincidencia de juicios de una comunidadcpistmica, lo cual constituye la objetividad de una creencia,no debe entenderse como una coincidencia de hecho, sino

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  • como aceptabilidad por parte de los sujetos de lo que es ob-jetivo. Lo que es muy importante es que la aceptabilidad seentiende en relacin con las condiciones realmente existentespara la comunidad en cuestin. Se trata entonces de la mejorjustificacin que tienen a su alcance los sujetos de esa comu-nidad. La justificacin depende de los saberes, de la tecnolo-ga, de los marcos conceptuales disponibles, quiz de las rela-ciones sociales presentes en la comunidad. Otra comunidad,la cual presente variaciones con respecto a los anteriores pa-rmetros, podr no aceptar lo que la primera admiti comosaber objetivo.

    Observemos que Villoro apoya su realismo recurriendo alargumento de la mejor explicacin en relacin con la posibi-lidad de la objetividad, y acompaa tal argumento con otrosobre la coherencia con respecto a su propio sistema de creen-cias. En otro momento recurre de nuevo al argumento de lamejor explicacin, pero en relacin con el xito de la ciencia,o el acierto del saber (p. 222).

    Ninguno de los tres argumentos, ni los tres juntos, son sufi-cientes para apoyar el realismo metafsico. Sobre el argumen-to del xito de la ciencia me he extendido en otro trabajo(Oliv [1983]), por lo cual ahora me limitar a indicar breve-mente por qu considero insuficiente tal argumento. Es ciertoque el realismo metafsico puede explicar el xito de la cien-cia, lo que objeto es que por s slo aparezca como la nicamanera de explicar dicho xito. Su debilidad puede apreciar-se, por ejemplo, al considerar una posicin que sostenga quelos objetos de la realidad, tanto como nuestro conocimientode ella, son construcciones de los sujetos o de las comunida-des de sujetos. As, igual que con respecto a la objetividad unantirrealista metafsico puede alegar que objetividad cierta-mente significa concordancia de los juicios de los miembrosde la comunidad con respecto a los objetos que dependen delos marcos conceptuales en uso por esa comunidad, con res-pecto al xito de la ciencia el antirrealista puede alegar queciertamente el conocimiento cientfico es exitoso porque seajusta a leyes de comportamiento de los objetos, y porquecontiene proposiciones verdaderas, es decir, proposiciones

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  • que corresponden a los hechos, pero que esas leyes, esosobjetos yesos hechos no pueden verse como independientesde los marcos conceptuales de las comunidades, lo cual noimpide que el conocimiento sea objetivo, pues todos los suje-tos comparten, con las mejores razones de las que pueden dis-poner, la creencia en la verdad de las proposiciones cientficas.

    De hecho, todo lo que se diga con respecto a sujetos, el an-tirrealista constructivista podr reelaborarlo y aceptarlo, perosiempre en relacin con los sujetos que comparten un mismomarco conceptual. Con esto comienza a apreciarse la necesi-dad de enfocar esta discusin con respecto a los marcos con-ceptuales y no con respecto a los sujetos.

    Villoro podra replicar alconstructivista que la verdadtiene que asumirse como comn a todos los sujetos, incluyen-do sujetos que pertenezcan a comunidades epistmicas diferen-tes, los cuales podran usar marcos conceptuales diferentes.Pero el problema entonces es entender cmo podran ponersede acuerdo diferentes sujetos, recurriendo a diferentes marcosconceptuales, sobre la proposicin que debe considerarse, ysobre su pretendida verdad. Eso supone, por lo menos, unainterseccin de sus marcos conceptuales. Creo que Villoroqueda comprometido con esta idea, pero no la trata explcita-mente. Para dar cuenta de ella se precisa dar un lugar centrala los marcos conceptuales.

    Tambin puede apreciarse la importancia de los marcosconceptuales, aun para la teora de Villoro, a travs de su an-lisis de la garanta del acierto del saber.

    Villoro sostiene que "la garanta de acierto, en el saber, esla justificacin objetiva. La objetividad supone el acuerdo po-sible de una comunidad epistmica" (p. 222). Pero debe sub-rayarse que este acuerdo es de hecho, en relacin con las con-diciones realmente existentes para tal comunidad. La posibi-lidad de justificacin objetiva, a la vez, reside en la verdad delo que se sabe. La garanta de acierto proviene en ltima ins-tancia de una "atadura" de lo que se sabe con la realidad,para usar la misma metfora que emplea Villoro.

    Pero, cul es la atadura entre saber y realidad? La objeti-vidad del saber no lo es. Pues como Villoro mismo lo aclara,

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  • una comunidad C2 puede descubrir que otra CI en realidadno saba que p, aunque para CI fuera objetivamente justifica-do considerar que saba que p. Si la objetividad fuera la ata-dura, CI tendra atado su saber a la realidad, y ni C2 ni nadiepodra desatarlo. Villoro es claro en esto, la objetividad quie-re decir slo que los sujetos de una comunidad tienen la mejorjustificacin que pueden tener para creer que algo es verdade-ro, pues dentro del alcance de esa comunidad no es posiblehallar razn alguna que contravenga esa creencia. En ese sen-tido la objetividad es garanta de la verdad para esa comuni-dad. Y por eso, para esa comunidad es garanta de acierto.

    Pero la nocin de "garanta de acierto" es ambigua, puedequerer decir confianza (incluso absoluta) en que se va a acer-tar. ste es el sentido en que Villoro usa el trmino en suexpresin "la justificacin objetiva es garanta de acierto", yes correcto. Los sujetos de una comunidad tienen la garantade acertar, es decir, estn justificados cn tener toda la con-fianza en que acertarn, porque el saber en cuestin est obje-tivamente justificado, esto es, dentro de su comunidad esimposible contravenir esa creencia, es un saber.

    Pero hay otro sentido de "garanta" que no depende de lacreencia, ni de las justificaciones de los sujetos involucrados.Es el sentido del trmino "garanta" en la siguiente pregunta:cul es la garanta de que un sujeto acierte y obtenga un finutilizando instrucciones que se basan en proposiciones verda-deras pero que el sujeto en cuestin no sabe que lo son, ocree que lo son por razones equivocadas? La respuesta es quela garanta dc acierto en este caso es la verdad de las proposi-ciones, est o no el sujeto al tanto de esa verdad. Villoro po-dra replicar que en ese caso, aunque contingentemente equi-vocado, el sujeto podra llegar a darse cuenta de la verdad delas proposiciones, es decir, podra llegar a tener un saberobjetivamente justificado.

    Pero la concepcin de objetividad de Villoro nos permiteimaginar un caso en que, por definicin, los sujetos tengan unsaber objetivamente justificado pero falso, y les sea imposibledarse cuenta de ello. Pensemos en una comunidad ya desapa-recida y a un observador, un historiador, que la investiga a

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  • travs de documentos. As que por definicin es imposible lainteraccin entre el observador y los sujetos de la comunidad.El investigador descubre que en ella se seguan prcticas tera-puticas muy exitosas, cuyo xito puede explicar, porque deacuerdo con el saber de su propia comunidad altamente cientfi-ca. aquellas prcticas utilizaban una serie de drogas conocidaspor sus cientficos contemporneos, y muy efectivas paracombatir males que los sntomas descritos en los documentosque analiza permiten considerar como la enfermedad X. Elobservador tiene evidencia suficiente de que en la comunidadestudiada se crea que los enfermos sanaban por intervencinde espritus convocados por medio de ritos en los que se pre-paraban infusiones con yerbas que contenan las substanciasmedicinales, las cuales luego se administraban a los enfermos.Los miembros de aquella comunidad sab an que los enfer-mos se curaban con esos brebajes, y sanaban porque interve-nan los espritus. Su creencia estaba objetivamente justifica-da, era pues un saber, y los miembros de aquella comunidadtenan garanta de xito porque tenan justificacin objetivaen considerar verdadera su creencia. Desde el punto de vistadel observador tambin hay garanta de acierto, pero esa ga-ranta no es porque hayan tenido justificacin objetiva losmiembros de la comunidad, sino porque su creencia era ver-dadera, ipero no su creencia en la intervencin de los espri-tus!, sino su creencia en que si administraban ciertos brebajesa un enfermo con tales y cuales sntomas, ste sanara. Laconclusin es que desde el punto de vista del observador, lagaranta de acierto est dada por la verdad de las proposicio-nes, pero esa verdad puede no ser conocida, o no estar objeti-vamente justificada para los miembros de la comunidad encuestin. Ms an. como desde la posicin de Villoro puedehaber conocimiento objetivo pero falso, en tal caso la garan-ta de acierto no puede ser la verdad. Tenemos, pues, dosnociones de garanta. Llammosles garanta! y garanta, , res-pectivamente.

    Quiz lo anterior se vea ms claro con la siguiente cita deVilloro sobre la ciencia:

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  • La objetividad de su justificacin le permite ser una garan-ta de verdad para cualquier sujeto que tenga acceso a susrazones (p. 224).

    Se trata, claro, de garantal: cualquier sujeto epistmicopertinente est plenamente justificado en creer que (es decir,en tener confianza en que) las proposiciones cientficas sonverdaderas, y por ello est justificado en tener plena confian-za en el acierto.

    Pero la garanta, no es la que pide, o puede tener, un suje-to epistmico pertinente, sino la que puede tener un observa-dor, en este caso un filsofo o un socilogo de la ciencia,quien se pregunta por qu el conocimiento, o los saberes en laterminologa de Villoro, tienen xito al aplicarse. Esa garan-ta, no es la objetividad, pues el conocimiento objetivo deuna comunidad puede ser falso, y adems como en el ejemploanterior, la nocin de objetividad puede no ser aplicableporque el observador es ajeno y no puede interactuar con lossujetos epistmicos pertinentes. El observador, para tener ga-rantaj , debe ver una atadura con la realidad. Esta garanta,no es otra cosa que la verdad. Pero en este caso, a diferenciaque en garanta, , la objetividad no garantiza la verdad. Pode-mos decir, pues, que la objetividad garantizal la verdad, quees garantal para los sujetos epistmicos pertinentes. Pero laobjetividad no es garanta, de la verdad, ni del acierto, pueslas razones objetivamente suficientes dentro de un marcoconceptual pueden no serlo para el observador que est fuerade l. Esto es claro en Villoro al reconocer la falibilidad detodo saber, pues si todo saber, que por definicin est objeti-vamente justificado, es decir, est garantizado 1 , fuese verda-dero, por qu sera corregible? Pero la verdad s es garant a,del acierto.

    En resumen, la garantal responde a una pregunta sobrelos sujetos epistmicos pertinentes: por qu estn justifica-dos en tener confianza plena en acertar? Porque consideranque su conocimiento es verdadero. Qu garanta tienen? Lagarantal: ese conocimiento est objetivamente justificado.La garanta, responde a una pregunta sobre el saber mismo,

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  • no sobre los sujetos que saben y la confianza que puedentener. Aqu se trata de la pregunta: por qu tienen xito lasacciones realizadas con base en ese saber? Porque hay unaatadura con la realidad, lo sepan o no los sujetos que lo usan,est a su alcance o no el darse cuenta. (En esta discusin heequiparado "verdad" con "atadura", aceptando as implci-tamente la interpretacin correspondentista. Adelante ofrece-r razones para rechazar dicha interpretacin. Eso no debeverse como una incoherencia de mi parte. Me parece que laanterior discusin se lee ms claramente usando el trmino"verdad", por eso la he dejado as. Sin embargo, puede re-formularse leyendo "atadura" en todos los casos donde apa-rece "verdad". El argumento no cambia, ni se pierde preci-sin, pues todava no sabemos cmo entender el trmino"verdad". )

    La nocin de garanta, incluye la idea de Villoro de que"realidad" y "verdad" "son indispensables para explicar laobjetividad de la justificacin" (p. 181). Sin embargo Villoroparece pasar por alto que esa explicacin debe llevar consigouna justificacin para algn sujeto que la aceptara o rechaza-ra, digamos un observador externo. Como se ver adelante,esto conduce a una tensin en su libro.

    De acuerdo con lo anterior resulta insuficiente el anlisisdel saber como estados internos de los sujetos. El saber encuestin est a disposicin de los sujetos, pero de hecho estcontenido en marcos conceptuales. Entre otras cosas eso es loque hace posible que el historiador lo descubra como un re-curso de la comunidad que investiga.

    As pues, la nocin de marco conceptual es indispensablepara distinguir entre garanta! y garanta, (que Villoro mane-ja slo de forma implcita), y la nocin de garanta (o lasnociones de garanta), son a la vez necesarias para entender elargumento del xito, o acierto del saber, a favor del realismo.Pero he sugerido que en trminos de la garanta! no puedeapoyarse al realismo (pues aqu se trata de confianza y node atadura), se le puede apoyar slo en trminos de garantfa, ,en combinacin con un anlisis del cambio de marcos concep-tuales.

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  • He sugerido ya algunas razones para cambiar el foco delanlisis hacia los marcos conceptuales. Otra razn para adop-tar una concepcin societaria del conocimiento reside en quehay sociedades, por lo menos las actuales sociedades indus-trializadas, en las cuales ninguna persona puede poseer todoel saber heredado y producido en ellas. As, puede ser correc-to interpretar a la expresin "5 sabe que JI" como referida aestados internos de la persona 5. Pero cuando hablamos delsaber a disposicin de una sociedad, no debemos interpretarlocomo referido al saber de los sujetos individuales de esa socie-dad, sino al saber contenido en los marcos conceptuales a dis-posicin de esa sociedad. Claro est que los saberes slo sedesarrollan y se ponen en uso a travs de las acciones de laspersonas. Pero el saber de las sociedades no puede reducirsea la suma de los saberes que poseen sus miembros individuales.Eso equivaldra a la reduccin de una sociedad a la suma desus miembros. Tesis que debe rechazarse. (He discutido estacuestin en otros trabajos, por ejemplo Oliv [1985] Y[1984]. )

    Incluyo aqu este comentario, no porque me parezca quede l se deriva una objecin al anlisis de Villoro, sino por-que creo que para apuntalar una posicin realista como la quedebe asumir para su anlisis, es pertinente enfatizar la dimen-sin social del saber, y como he mencionado, tambin enfocarel problema de cambios de marcos conceptuales, lo cual reba-sa el mero anlisis de la expresin "5 sabe que p":

    Un rasgo importante del realismo metafsico que suponeVilloro, consiste en la admisin de que el progreso del saberestriba en un acercamiento a la nica completa .Y verdaderadescripcin acerca del mundo real, si bien esa descripcinaparece slo como un lmite que de hecho es inalcanzablepara los sujetos reales (cfr. p. 195).

    El problema con esta posicin es que se presta a malos en-tendidos, por ejemplo, para Putnam [1981] el realista metaf-sico "quiere pensar que el mundo consiste en objetos que sonal mismo tiempo independientes de la mente y auto-identifi-cantes" (p. 54).

    Ciertamente es un sinsentido la idea de objetos auto-identi-

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  • ficantes, pues las identificaciones se hacen desde puntos devista, son sujetos que usan marcos conceptuales quienes iden-tifican objetos, y los objetos pueden ser identificados slo atravs de los marcos conceptuales. Pero una genuina posicinrealista no tiene que admitir objetos auto-identifican tes. Esun problema de cmo se defina "identificacin". Debe enten-derse en trminos de una relacin entre un objeto y un con-cepto, por lo cual la nocin de auto-identificacin de objetosconduce a la idea de que los objetos tienen en s mismos suconcepto. Habra as una indisoluble ligazn entre la realidady la interpretacin de esa realidad, digamos entre realidad eideas. Eso es lo que Hegel debe de haber credo. Yeso resultaadecuado para el realista metafsico de Putnam, pues la nicaverdadera y completa descripcin de la realidad sera aquellaen trminos de cada uno de los conceptos ligados, en esamisma realidad, con los objetos.

    Por mi parte considero que un genuino realismo debe acep-tar que hay una realidad no contaminada por conceptualiza-ciones, es decir, independiente de todo marco conceptual.Pero igualmente debe rechazar la idea de que existe un nico,verdadero y completo marco conceptual que ofrece la des-cripcin correcta de la realidad, Eso quiere decir que debenadmitirse los diversos marcos, correspondientes a diversospuntos de vista, y que aun siendo diferentes pueden ser co-rrectos. La nocin de objeto auto-identificante debe rechazar-se por incoherente (pues slo hay identificacin desde marcosconceptuales y no desde los objetos), o porque si se hacecoherente se llega a una metafsica indeseable (Hegel).

    En suma, podemos dar por lo menos tres razones paraabandonar la nocin correspondentista metafsica de la ver-dad: 1) nadie ha ofrecido una adecuada elucidacin de esetipo de correspondencia (pero sta podra ser una desventajacontingente y superable), 2) si se lleva hasta sus ltimas con-secuencias, la idea de la correspondencia metafsica debe iracompaada de la aceptacin de una nica, verdadera y com-pleta descripcin del mundo, la que equivale a reconocer quehay objetos auto-identificantes, pero entonces debe admitirseuna identidad entre realidad y razn, o realidad y discurso, lo

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  • cual es una tesis metafsica indeseable, 3) esa nocin de ver-dad es incoherente con una perspectiva social que permitaentender la existencia de diferentes puntos de vista, y a vecesde incompatibles sistemas de creencias, o de marcos concep-tuales, los cuales sin embargo pueden describir adecuadamen-te una realidad; esta cuestin es tambin importante para elanlisis de cambios de marcos conceptuales.

    Falta todava esclarecer el trmino "adecuadamente" en laoracin anterior. Para ello propondr una modificacin ala nocin de objetividad de Villoro, as como una nocin di-ferente de verdad, compatible con su sistema. Segn esa pro-puesta, "adecuacin a la realidad de incompatibles marcosconceptuales" podr analizarse segn los contextos, comoobjetividad o como verdad, en los sentidos que enseguida ex-plicar. (Para ello sigo la propia idea de objetividad de Villoro,as como ideas de Habermas. Sin embargo, propongo modifi-caciones en ambos casos. He desarrollado con detalle estasmodificaciones en liv [indito l.)

    La objetividad se refiere al reconocimiento pblico, en unasociedad particular, de que hay una situacin de hecho, lacual puede tener efectos en la sociedad en cuestin. Su esta-tuto de real est garantizado por tener efectos en esa realidadsocial. Las creencias objetivas, entonces, siempre tendrnefectos en la sociedad en la que son relevantes. La objetividadno debe verse referida a contextos universales de accin prc-tica, sino a contextos de accin restringidos a sociedadesparticulares. Sin embargo, dentro de cada sociedad particularno est restringida a la accin prctica, entendida como accininstrumental basada en conocimiento tcnico, sino que puedeextenderse a contextos de interaccin comunicativa. Por eso,las creencias aceptables en esa sociedad por cualquier miem-bro de ella, la aceptacin de las cuales puede tener efectos enla misma, sern objetivas. Se ve entonces que recojo del an-lisis de Villoro la restriccin, y por consiguiente la relativiza-cin a sociedades. Lo que es objetivo para una sociedad puedeno serlo para otra. Pero todo conocimiento objetivo pue-de servir de base para acciones, o para interacciones, las cuales

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  • tienen efectos reales en la sociedad en cuestin o en su medioambiente.

    La verdad es tambin un concepto epistmico. Las proposi-ciones y creencias verdaderas son las aceptables para cualquiersujeto en condiciones epistmicas ideales. La verdad no escorrespondencia con una realidad descontaminada de concep-tualizacin. Las condiciones epistmicas ideales son las condi-ciones de posibilidad de la comunicacin. Por eso son reales yposibles, aunque en general no son actuales. Es importanteapreciar esto, pues significa que las condiciones epistmicasideales no son utpicas. Si llegasen a actualizarse, lo que deello puede inferirse no es que habra un nico sistema de pro-posiciones que describe correctamente al mundo, sino que lossujetos interactuantes en esas condiciones construiran unnuevo marco conceptual a partir de los diferentes marcosconceptuales a su disposicin en el momento en que comen-zara la interaccin. La disputa cesara cuando de comnacuerdo todos los sujetos involucrados aceptaran cierto marcoconceptual y admitieran o rechazaran las proposiciones endisputa.

    De lo anterior se sigue que parte del conocimiento objetivose intersecta con el verdadero, pero no todo conocimiento ob-jetivo es verdadero.

    La verdad se refiere a contextos discursivos y de interac-cin, es decir, se trata de poder justificar una pretensin deverdad frente a quienquiera que la dispute, cualquiera quesea su marco conceptual. La verdad simplemente es un predi-cado que se aplica a proposiciones o a creencias para indicarque pertenece a la clase de las "buenas", es decir de las queson aceptables por cualquier sujeto, cualquiera que sea la so-ciedad de la que provenga. Pero para eso la interaccin nopuede ser cualquiera, no se trata de convencer por la fuerza,ni de disputar la aceptacin de una proposicin agresivamen-te, sino por medio del dilogo en condiciones ideales decomunicacin. As, el resultado de la interaccin entre sujetoscuyos marcos conceptuales originales eran diferentes, debe-ra ser la creacin de un nuevo marco conceptual derivado delos primeros.

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  • Lo anterior nos permite entender la verdad sin asumir elcompromiso de que exista el verdadero .y completo marcoconceptual al cual tienden todos los marcos de hecho produ-cidos.

    Otra ventaja del enfoque epistmico de la verdad frente alcorrespondentista metafsico se aprecia al aplicar al anlisisde Villoro sus propios criterios para evaluar su pretensin deverdad.

    Villoro propone que un sujeto S atribuye verdad a una pro-posicin "p" porque tiene razones objetivamente suficientespara ello. Pero las razones son relativas a las comunidadesepistmicas, y el saber que P es un saber falible. Para Villorolo que es relativo es la garanta de verdad (garanta ), no laverdad misma, la cual es absoluta, pues es correspondencia.

    Con lo anterior queda expuesto a la siguiente objecin quefrecuentemente se ofrece frente a las concepciones correspon-dentistas metafsicas de la verdad, y al realismo que la acom-paa. Villoro afirma:

    La admisin de un mundo real, comn a todo sujeto, basede la verificacin de todo juicio emprico, es la nica expli-cacin concluyente, completa y coherente con todos nues-tros conocimientos (p. 181).

    Cul es el estatuto de esta proposicin? Ms an, ah eltrmino "nuestros conocimientos" se refiere a un cuerpo deconocimientos social e histricamente localizados, y por ende,de acuerdo con su propia posicin, revisables por otras comu-nidades epistmicas. De hecho es pertinente la pregunta acercadel estatuto de la teora del conocimiento de Villoro: expre-sa un saber falible?, es una teora emprica? Aceptara Vi-lloro que de su teora slo se puede decir, en el mejor de loscasos, que nadie podra encontrar razones para contravenirlaen nuestra comunidad epistmica, pero que otra comunidadpuede desecharla como falsa con buenas razones? Creo quede antemano podemos descartar la opcin de considerarque la teora est formada por enunciados analticos.

    Debo aclarar que no veo nada criticable en una posicin

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  • que acepte la corrigibilidad de su propia teora. Por el contra-rio eso es muy saludable. Pero se apreciar que la cuestin defondo aqu en juego no se refiere a la corrigibilidad en el sen-tido de que una teora siempre puede mejorarse, y puedeadmitir crticas constructivas (sobre lo cual no queda dudaque Villoro est de acuerdo). La dificultad es sobre el estatu-to de los juicios de la teora, y de la teora misma. El proble-ma es que Villoro parece quedar comprometido con una epis-temologa naturalizada segn la cual la teora del conocimien-to es una teora emprica. Quiz nuestra comunidad la aceptecomo saber objetivo, pero es falible y otra comunidad puederechazarla con buenas razones, podra descubrir que es falsa.

    Si asumimos la nocin de verdad aqu propuesta no surgeesta dificultad. La teora del conocimiento no es una teoraemprica, no se aceptar o rechazar con base en experiencias--si bien el saber emprico no es irrelevante, ni para su desa-rrollo ni para su justificacin. Ms an, no siempre es perti-nente plantearse si es una teora objetiva, es decir, si expresaun saber objetivo. Pues desde lo que aqu he propuesto, la ob-jetividad est ligada a contextos de accin prctica, o de inte-raccin comunicativa, pero siempre en relacin con la modioficacin de la realidad social (se den cuenta o no los sujetos).

    Podra pensarse que la teora del conocimiento puede estarligada a contextos de liberacin, por ejemplo de desmistifica-cin y desestabilizacin de ideologas dominantes, y en esesentido puede afectar a la realidad social, y por consiguientetiene sentido plantearse el que sea objetiva. La intencin deVilloro, manifiesta a travs de su captulo sobre una ticade las creencias, y la investigacin por venir que anuncia ensu libro, ofrecen fundamento para considerar que admitiraesta idea.

    Ahora bien, lo que puede asegurarse en definitiva es que lateora del conocimiento, particularmente la de Villoro, tienepretensiones de verdad, es decir, sus enunciados tienen pre-tensiones de verdad. Bajo la concepcin correspondentistametafsica lo ms que puede decirse es que en nuestra comu-nidad epistmica hay las mejores razones posibles para creerque es verdadera. Pero queda la tensin entre sostener que es

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  • verdadera (corresponde con la realidad) -y por consiguientepresumimos que cualquier otra comunidad la encontrar ver-dadera-, y la admisin de que sin embargo es falible. ParaVilloro todo conocimiento emprico es falible:

    la garanta de verdad, para los enunciados empricos, esrelativa a un tiempo y a una sociedad histrica. Las razonesque pueden ser suficientes para una comunidad epistmicaCI en el tiempo t l pueden ser insuficientes en el tiempot2 para otra comunidadC2 (p. 180).

    Desde la perspectiva que aqu se propone se elimina esatensin. La objetividad es relativa a las sociedades. As, lateora del conocimiento de Villoro, o cualquier otra, si esobjetiva lo es en una sociedad especfica. Ah es objetivaporque afecta a la realidad de esa sociedad. Pero otra sociedadpuede no ser afectada de ningn modo aunque sea capaz deentender la teora. Sin embargo, esa otra sociedad, si la teoraes verdadera, tendra que aceptarla tambin, si la disputara encondiciones epistmicas ideales. As-puede entenderse que lasteoras filosficas no sean empricas, pero que contengan pro-posiciones sintticas. Si son verdaderas es que son admisiblespor cualquier sujeto. Las teoras del conocimiento pertenecena esta clase.

    La importancia de esto es que para entender como verda-dera a la teora del conocimiento, ella misma no tiene queverse al mismo tiempo, como correspondiente a la realidadpero falible. Como explicar adelante, puede verse sin tensinalguna como verdadera y corregible (aunque no como falible)al mismo tiempo.

    Es importante aclarar que no pretendo discutir si la teoradel conocimiento de Villoro, o cualquier otra, de hecho esverdadera. Lo nico que sostengo es que Villoro al reconocerla falibilidad del conocimiento, y adoptar al mismo tiempo laconcepcin correspondentista metafsica de la verdad, se en-frenta al problema de aceptar un conocimiento como verdade-ro, es decir como correspondiente a la realidad, el cual sinembargo es falible, esto es, otras comunidades pueden encon-

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  • trarlo falso. Eso puede no ser problemtico entendido en rela-cin con los sujetos epistmicos pertinentes, pero es proble-mtico entendido en relacin con observadores que pidengarantas, de la efectividad de los saberes, y como hemos visto es problemtico tambin para una teora como la de Villorosi se aplica reflexivamente.

    La tensin en cuestin proviene de la aceptacin de la ver-dad absoluta como correspondencia, y de entender la justifi-cacin slo como la justificacin de hecho alcanzable en unacomunidad particular por sus sujetos. La propuesta que hedefendido considera a la verdad tambin absoluta, pero no lasepara de la justificacin como lo hace Villoro, sino por elcontrario, la define en trminos de una justificacin universal.

    Consecuencias para el anlisisde la nocin de "saber"

    Una de las ms importantes contribuciones del libro de Villo-ro consiste en una modificacin al anlisis tradicional de lanocin de "saber". De acuerdo con Villoro dicha nocin debeentenderse en los siguientes trminos.

    S sabe que p si y slo si:1) S cree que p, y2) S tiene razones objetivamente suficientes para creer

    que p (p. 175).

    Villoro ofrece tres argumentos para respaldar su propuesta,particularmente para eliminar la condicin de verdad, es decir,la condicin que asegura que" 'p' es verdadera" debe formarparte del anlisis de "S sabe que p",

    Para terminar esta discusin har algunas observacionessobre esos argumentos.

    El primero dice que:

    La definicin no es precisa mientras no mencione quinjuzga la verdad de 'p', Debe entenderse que" 'p' es verda-dera" es aseverada por S, o por cualquier sujeto posible?(p. 182).

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  • Ante la posible rplica de que la condicin de la verdad de"p" debe incluirse porque es independiente de las otras y sloestablece que el hecho p, al cual se refiere la creencia de S,existe realmente con independencia de cualquier sujeto, Vi-lloro afirma:

    La segunda condicin establecera la verdad absoluta de"p" como una relacin didica entre una oracin (o propo-sicin) y un hecho. Entonces debemos suponer que no haynadie que juzgue la existencia de esa relacin. En efecto,en el momento que admitamos que hay alguien que la juz-ga, la juzgara por sus razones, y estaramos en una de lasdos posibilidades antes examinadas. (A saber, que es S oalgn sujeto epistmico pertinente -miembro de la mismacomunidad de S- quien juzga.) Interpretada la relacin deverdad como verdad absoluta, independientemente de lasrazones aducidas por un sujeto, no puede aplicarse a nin-gn juicio de un sujeto. As, la segunda condicin se enun-ciara dc manera que, por principio, nadie puede aseverarlay, por consiguiente, nadie puede juzgar que S sabe. Enefecto, nunca se puede saber que una oracin es verdaderay, por ende, que alguien sabe, ms que por el criterio deverdad, esto es, por razones (p. 183).

    Lo anterior me parece correcto. Sin embargo, creo que Vi-lloro ha dejado de considerar una tercera posibilidad. Cuandol se refiere a cualquier sujeto, tiene cn mente cualquier suje-to epistmico pertinente. Esta nocin es adecuada para deter-minar la objetividad, pero es muy restrictiva para determinarla verdad. Es cierto que ser siempre un sujeto S' el quejuzgue la pretensin de saber de otro sujeto S, pero ademsde las dos posibilidades examinadas por Villoro, que S' seaidntico a S, o que S' sea miembro de la comunidad epist-mica de S, hay una tercera posibilidad: que S' sea un obser-vador externo a la comunidad de S. Cierto que S' juzgar deacuerdo con sus razones, relativas a su sociedad. Pero aqu esfundamental lo que seal arriba acerca de la nocin epist-mica de verdad. Si S Y .'\' interactuaran con el fin de acordar

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  • la verdad, sus marcos conceptuales podran transformarse envirtud de su interaccin, y podran llegar a un acuerdo sobrela verdad o falsedad de la proposicin que expresa la creen-cia de S. En ese caso se podra entender literalmente la ideaque sugiere el mismo Villoro de que quien juzga la pretensinde saber de S puede ser cualquier sujeto, y no cualquier suje-to epistmico pertinente. Desde la perspectiva que propongoSe alcanzara una autntica universalidad. Esto no hace faltadesde la perspectiva de la comunidad epistmica en cuestin,pero es indispensable desde el punto de vista de la teora delconocimiento.

    Ms an, creo que el tratamiento que ha hecho Villoro lodeja expuesto a la objecin de que ahora l confunde unadefinicin de saber, la cual debera incluir la condicin deverdad de "p"; con los criterios para saber que S sabe. Esto sever ms claro si pasamos a su segundo argumento.

    El segundo argumento es el siguiente:

    Si "S sabe que p" incluye" '1" es verdadera" y "verdadera"se entiende en el sentido de la verdad absoluta, entoncesslo sabramos las proposiciones infalibles (p. 184).

    Esto es cierto, pero Villoro incluye aqu una conjuncin:que el concepto de saber incluye que "p" es verdadera y que"verdadera" se entiende en el sentido de la verdad absolutacomo correspondencia.

    Por consiguiente, si deseamos rechazar la conclusin dcque slo sabramos las proposiciones infalibles, un caminociertamente es el que escoge Villoro, el de no incluirla clu-sula" 'fJ' cs verdadera" en la definicin de saber. Pero quedaotra opcin: la de rechazar la concepcin correspondentistametafsica de la verdad.

    AS, en el aspecto puramente lgico del argumento, noestamos obligados a aceptar la solucin que Villoro elige. Porconsiguiente el argumento no es concluyente.

    Pero hay una cuestin conceptual de fondo, ms all delalgica, en la cual se aprecia que Villoro no ha guardado la dis-tincin entre la definicin de X y los criterios para aceptar

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  • que es el caso que X. Villoro mismo subraya eso con respectoa la verdad (p. 179). Su argumento se basa en la idea de quela definicin debe precisar quin juzga la.verdad de "/1". Peroa eso puede replicarse que eso es necesario slo en relacincon los criterios para decidir que S sabe que P y no para ladefinicin de "saber". Por esto, creo que sus argumentos sonslidos, pero con respecto a los criterios para decidir si haysaber, pero no contra la definicin tradicional de saber, quees lo que l quiere criticar. Creo, en cambio, que si se optapor la versin epistmica de la verdad, entonces sus argumen-tos adquieren solidez incluso contra la definicin, como ve-remos enseguida.

    Se ve fcilmente que la anterior dificultad se liga con loque plante arriba acerca del estatuto de la propia teora deVilloro. Conviene subrayar este punto.

    En efecto,Villoro quiere aplicar el concepto de "saber" asaberes objetivamente justificados pero falibles. Un saber esobjetivamente justificado si hay razones objetivamente sufi-cientes que aseguran a cualquier sujeto

    que el objeto de su creencia no slo tiene existencia paral, sino tambin tiene existencia real, independiente de supropio juicio. Las razones objetivamente suficientes bastan,por lo tanto, para que un sujeto pueda asegurar que sucreencia es verdadera y que sabe, son pues, criterio de ver-dad ... (p. 179).

    Pero si son criterio de verdad de "p"; entonces garantizan"para un sujeto, la existencia real de p" (ibid.).

    Villoro no quiere relativizar la existencia real de JI al sujeto,sino slo las garantas que el sujeto tiene para creer en esaexistencia real. "Saber" implica entonces tener razones obje-tivamente suficientes para establecer que "p" es verdadera, osea que P existe como un hecho con independencia de todojuicio. Pcro eso slo se aplica a los sujetos de la comunidadepistmica en cuestin. Otro sujeto, perteneciente a otra co-munidad, podra reconocer que despus de todo "p" es fatila

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  • y p no existe. Pero de hecho, una vez que nos percatamos delo que Villoro nos dice, nos damos cuenta de que todo lo quecreemos puede ser falso, nuestro saber es falible. Ya vimosque eso es un problema cuando nos preguntamos sobre la teo-ra del conocimiento misma, pues la debemos ver como falible.

    Pero adems, qu ocurre cuando "p" es verdadera? (quede acuerdo con Villoro quiere decir absolutamente verdadera).La definicin de Villoro no permite distinguir entre un saberdonde lo que se sabe es verdadero y un saber donde hay fali-bilidad. Y esto proviene de que Villoro enfoca slo el anlisisde "S sabe que p" desde la perspectiva de S o de cualquierotro sujeto pertinente, pero no desde la de cualquier otrosujeto.

    Conviene subrayar aqu que el meollo de una teora delconocimiento debe estar formado por lo que es comn a todacomunidad epistmica y a todo marco conceptual posible,por ejemplo, las condiciones epistmicas ideales y sus correla-tivas nociones epistmicas de objetividad y de verdad.

    Si "p" es verdadera, aunque no lo sepa el sujeto, o aunquesu saberlo sea relativo a su comunidad, la teora del conoci-miento tiene que reconocer que jams habr razones acepta-bles por cualquier sujeto que la puedan contravenir. Por esoconviene refinar el anlisis de modo que no queden compro-metidos con la idea de que todo saber es falible. La teora delconocimiento debe poder distinguir entre saber que es verda-dero, y ya no es susceptible de encontrarse falso, y el saberque no lo es. Pero eso precisa ir en el anlisis de la expresin"S sabe que p" ms all de la perspectiva de la comunidadepistmica de S. Una teora epistmica de la verdad, no corres-pondentista, admite que el saber, que por definicin es objeti-vamente justificado, puede ser verdadero en ocasiones, perono lo es necesariamente; y si es verdadero puede ser corregible.Debe distinguirse entre corregible y falible. Falible significaque el saber en cuestin puede despus de todo ser falso. Ysa es la tensin para Villoro. Porque el saber que era verda-dero, lo que desde la teora del conocimiento debe suponersecomo tal, porque as lo .debe juzgar cualquier sujeto que quie-ra explicar la objetividad o el acierto del saber en cuestin,

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  • pertenezca o no a la comunidad pertinente, tiene que versecomo falible, es decir, que puede resultar falso. En cambio,desde mi perspectiva el saber verdadero lo ser siempre, porqueser aceptable para cualquier sujeto en condiciones adecuadas.Ahora bien, como el saber verdadero no corresponde con larealidad, aunque s se refiere a ella, es corregible. Por ejemplo,la descripcin de un objeto siempre puede hacerse ms preci-sa, o simplemente ser distinta en funcin de otros intereses.La proposicin "La Tierra es redonda" es verdadera. Siempreser aceptable para cualquier sujeto en condiciones ideales.Pero es una descripcin que es pertinente slo en ciertos con-textos, y siempre ser susceptible de cambios y de precisiones,siempre ser corregible. Pero si pensamos que es falible debe-mos aceptar que alguna comunidad podra encontrar razonesmuy buenas y demostrar que es falsa. Desde la perspectiva dela teora del conocimiento eso no significara falsa para esacomunidad, sino simplemente falsa, absolutamente falsa. Yeso, desde la perspectiva de la misma teora del conocimiento,es inadmisible.

    El tercer argumento de Villoro se basa en los ejemplos deltipo Gettier. Asegura que su propuesta escapa a las objecionesque surgen de ese tipo de ejemplos. Su conclusin es que esosejemplos aparecen porque la

    justificacin se basa en razones diferentes a aquellas quegarantizan la verdad de la creencia. Para que S sepa que }J

    1 1 h" "es menester que o sepa por as razones que acen P ver-dadera y no por otras (p. 190).

    Su estrategia para enfrentar esos ejemplos consiste en sim-plificar el anlisis,

    entendiendo la 'justificacin' de manera que no sea inde-pendiente de la condicin de verdad, pero entonces, nopuede entenderse como justificacin slo para el sujeto,sino como justificacin para cualquiera (p. 191).

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  • Pero como ya he sealado, no se trata realmente de justifi-cacin para cualquiera sino slo para cualquier sujeto epist-mico pertinente.

    De nueva cuenta, puede apreciarse que la interpretacinepistmica de la verdad es ms apropiada para lo que Villorodesea, pues est directamente ligada con la justificacin uni-versal, autnticamente para cualquier sujeto, mientras que lanocin correspondentista de la verdad est desligada de loscontextos de justificacin. Villoro dice literalmente que setrata de no ver a la justificacin del saber con independenciade lo que hace verdadera a "u". Pero su anlisis se ha basadoen una concepcin que por definicin establece la diferenciaentre la verdad absoluta como correspondencia, y la justifi-cacin para creer en ella, relativa a los sujetos y falible. Porconsiguiente aparece de nuevo la tensin en su anlisis delsaber al pedir que en la definicin del mismo se refleje launin entre una concepcin de verdad absoluta, desligada delos contextos de justificacin, y una concepcin que relativizala justificacin de la verdad.

    En suma, me parece que la eliminacin de la condicin dela verdad de "JI" en la definicin tradicional de "5 sabe quer". que propone Villoro es correcta. Lo que sugiero es que laconcepcin epistmica de la verdad es ms apropiada para suanlisis. Por un lado evita la tensin arriba mencionada, y porotro establece claramente que el saber, al ser creencia objeti-vamente justificada, no tiene que ser creencia verdadera, puesla objetividad se refiere a aceptabilidad por cualquier sujetoepistmico pertinente, mientras que verdad se refiere a acepotabilidad por cualquier sujeto, y hemos visto que hay inde-pendencia lgica entre ambas nociones.

    La concepcin correspondentista nos ha acostumbrado apensar que es racional exigir una justificacin de la pretensinde que nuestro saber correspotul con la realidad. Desde la pers-pectiva epistmica de la verdad lo racional es exigir justifica-cin objetiva, como lo propone Villoro, pero entendiendoque esa justificacin objetiva slo ofrece garanta de verdad,Bajo la concepcin correspondentista es problemtico que lajustificacin objetiva no pueda ofrecer garantas, de verdad,

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  • sobre todo cuando se aplican reflexivamente los criterios deuna teora del conocimiento. A la luz de la concepcin epis-tmica ese problema no surge ms, pues desde su ngulo unsaber objetivamente justificado en una sociedad particulardebe tener efectos reales en ella. Pensemos por ejemplo encreencias que justifican, es decir, legitiman relaciones de do-minacin en una sociedad de castas. Mientras esa sociedadsubsista establemente, esas creencias estarn objetivamentejustificadas, incluso corresponden con la realidad de esa socie-dad. Pero la proposicin que diga de dos miembros de esa so-ciedad, A y R, que "A es superior a R", aunque aceptablepara cualquier sujeto pertinente, cualquier sujeto que compar-ta los marcos conceptuales que definen a esa sociedad, no esaceptable para cualquier sujeto, no es verdadera. (He desarro-llado este punto en liv [indito], vase tambin Oliv y Es-quivel [1983].)

    Anlogamente, la teora del conocimiento que incluya estastesis puede admitir la posibilidad de que un saber, quiz ellamisma, est objetivamente justificado, esto es, tenga efectosen la realidad social en la que es pertinente. Una teora delconocimiento, por ejemplo, podra tener efectos de desmisti-ficacin y por consiguiente servir de base para acciones deemancipacin. Pero esa objetividad sera relativa a esa socie-dad, y no hay problema alguno para que la teora se recono-ciese, aunque objetiva, no verdadera, es decir, no aceptablepor cualquier sujeto. La concepcin correspondentista, encambio, debe enfrentar la paradoja de que si es objetiva tienegaranta de ser verdadera, es decir, de corresponder con larealidad, pero al mismo tiempo, como es falible, ella tieneque aceptar que puede ser falsa.

    La propuesta de este trabajo enfrenta con mayor xito alescepticismo, pues no tiene que conceder que todo saber esfalible. Puede admitir, y explicar, en cambio, que el saberes corregible, pero no por eso falso.

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  • BIBLIOGRAFA

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