Perea, Nicolas de Damasco en La Corte de Herodes, 2011

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  • I CONVEGNI DELLA FONDAZIONENICCOL CANUSSIO

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  • FONDAZIONE NICCOL CANUSSIO

    DICERE LAUDESElogio, comunicazione, creazione del consenso

    Atti del convegno internazionaleCividale del Friuli, 23-25 settembre 2010

    a cura di

    GIANPAOLO URSO

    Edizioni ETS

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  • Fondazione Niccol Canussio via Niccol Canussio, 4, 33043 Cividale del Friuli (UD)via Bernardino Luini, 12, 20123 Milano www.fondazionecanussio.org

    Copyright 2011EDIZIONI ETS

    Piazza Carrara, 16-19, I-56126 [email protected]

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    Dicere Laudes. Elogio, comunicazione, creazione del consenso, Cividale del Friuli, 23-25settembre 2010 / a cura di Gianpaolo Urso. Pisa : Edizioni ETS, 2011 - 400 p. : 24 cm. (I convegni della Fondazione Niccol Canussio; 10)In testa al front.: Fondazione Niccol CanussioISBN 978-884673085-5

    CDD 21 - 946Grecia Roma Intellettuali Letteratura encomiastica VIII sec. a.C. / XV sec. d.C. Congressi Cividale del Friuli 2010I. Urso, Gianpaolo II. Fondazione Niccol Canussio

    La presente pubblicazione stata realizzatacon il sostegno di

    Ministero dellUniversit e della Ricerca

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  • SOMMARIO

    Introduzione di Gianpiero Rosati 7

    GLENN W. MOST, Power and Truth in Archaic Greece and After 13

    NINO LURAGHI, Hieron Agonistes or the Masks of the Tyrant 27

    CARMINE CATENACCI, Epica ed eulogia. Dai modelli miticidi et arcaica allepos storico ellenistico 49

    LUCIANO CANFORA, Il corpusculum degli epitafi ateniesi 69

    ROBIN OSBORNE, Is there Panegyric in Classical Greek Art? 83

    RICHARD HUNTER, Festivals, Cults, and the Constructionof Consensus in Hellenistic Poetry 101

    GREGOR WEBER, Den Knig loben? Positionen und Aufgabender Dichter an den hellenistischen Knigshfen 119

    GILLES SAURON, La propagande de Pompe : conception,diffusion et rception 143

    JOY CONNOLLY, Fantastical Realism in Ciceros Postwar Panegyric 161

    EUGENIO LA ROCCA, Dal culto di Ottaviano allapoteosi di Augusto 179

    SABINO PEREA YBENES, Nicols de Damasco, un intelectual singularen la corte de Herodes y en la Roma de Augusto 205

    DAMIEN NELIS, Praising Nero (Lucan, De Bello Civili 1,33-66) 253

    GIANPIERO ROSATI, Amare il tiranno. Creazione del consensoe linguaggio encomiastico nella cultura flavia 265

    LAURENT PERNOT, Elogio retorico e potere politico allepocadella Seconda Sofistica 281

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  • FRANCA ELA CONSOLINO, Panegiristi e creazione del consensonelloccidente latino 299

    IGNAZIO TANTILLO, Panegirici e altri elogi nelle citt tardoantiche 337

    FRANCESCO STELLA, La dinamica del consenso nelle lodi imperialidei poeti carolingi e postcarolingi 359

    PHILIP HARDIE, Strategies of Praise: The Aeneid and Renaissance Epic 383

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  • NICOLS DE DAMASCO, UN INTELECTUAL SINGULAR EN LA CORTE DE HERODES Y EN LA ROMA DE AUGUSTO

    SABINO PEREA YBENES

    Nicols deca que la cultura, apreciada en su totalidad, es como un viaje: viajando las personas hacen un largo camino para que-darse aqu una sola noche, all para hacer una sola comida, ms all para pasar algunos das; y hay paisajes que la gente contem-pla sin apartarse del camino, porque sabe que ste ha de ser la va de regreso a sus hogares; del mismo modo, para contemplar la cultura en su totalidad, es necesario prestar mucha atencin a algunos autores, menos a otros, para captar bien la totalidad, una parte, o nicamente los elementos. Pero es necesario no apartarse de la fi losofa, que es el medio ms til para encontrar lo que es verdaderamente el hogar ancestral de cada uno.

    Suda, Nicolaos Damaskenos, 393 (Jacoby 90 F 132,4)

    Nicols de Damasco, contemporneo de Augusto, es un gran intelectual de su poca. Dedic parte de su vida a la labor diplomtica, como embajador en Roma del rey judo Herodes. Su obra escrita, en griego, sin embargo, no es refl ejo su experiencia personal como poltico profesional sino que es una aventura intelectual que podramos califi car de multicultural, y muy inno-vadora en su poca. Por desgracia, toda ella nos ha llegado fragmentada.

    Al evaluar la fi gura de Nicols de Damasco generalmente se ha puesto el acento en su fi lorromanismo por haberse mostrado abiertamente como fi lo-augusteo. Esto se percibe con claridad cuando leemos la Bivo" Kaivsaro" (Vida del joven Csar, o Vida de Augusto, como solemos traducir). Este panegrico es, en todo caso, slo una parte de su produccin, slo una parte de su personalidad.

    En este trabajo pretendemos re-ubicar y reivindicar la fi gura de Nicols como intelectual que nunca estuvo al margen del poder poltico, trayendo a primer plano su obra histrica principal, su Historia General, de cuyos 144 libros quedan restos, y su Autobiografa, de la que doy al fi nal una versin en espaol.

    Una evaluacin global de la obra de Nicols de Damasco debe mejorar su imagen actual que, como indico, le presenta apenas como un lacayo del

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    rgimen de Augusto , hasta situarlo, o tener que situarlo, precisamente, fuera del crculo de intelectuales augusteos, no sabemos si por voluntad del prncipe o porque su obra ms anclada en el pasado que en la bullente actualidad de la poltica romana puede parecer que no era precisamente un instrumento de gran utilidad para el rgimen del principado tal como se confi gur a partir del ao 27 a.C. La realidad es que Nicols, queramos o no, s forma parte de la cohorte literaria fi loagustea que directa o indirectamente agrand la fi gura del princeps y nos ayuda a conocer mejor la historia de Roma de los ltimos aos del siglo I a.C.

    En todo caso, merece la pena traer a primer plano la labor intelectual de este hombre, que en su tiempo (ca. 64/63 a.C.-4 a.C.) prcticamente inaugu-r o potenci, dndoles una personalidad propia gneros literarios tan interesantes como el panegrico biogrfi co-poltico y la historia universal de-terminista (cuyo sentido y colofn era el Principado augusteo), por no hablar de la importancia que tuvieron sus escritos para transmitir y comentar la obra aristotlica, as como el mrito intrnseco y la singularidad de haber sido un peripattico superfi cial, es decir, un fi lo-fi lsofo, en la Roma de Augusto.

    Apuntes biogrfi cos1

    En uno de los fragmentos conservados de la obras de Nicols de Damasco l afi rma de s mismo que a la muerte del rey Herodes (es decir, ao 4 a.C.), l tena casi 60 aos: kai; ga;r h\n peri; xV e[th2. Por tanto naci en el 64 o 63, el mismo ao que Augusto.

    Haba nacido Nicols en una familia aristocrtica de Damasco. Su padre, Antpatro, haba ocupado all puestos polticos muy signifi cativos, ajrcav" te pavsa" diexh`lqe ta;" ejgcwrivou"3. Esta posicin acomodada le permiti ser educado en retrica griega, msica, matemticas, y todo tipo de fi losofa4, aunque en sus obras se percibe claramente, ms que ninguna otra, la huella de Aristteles, y de Teofrasto.

    Tenemos pocas noticias que nos indiquen hechos o fechas clave en la vida de Nicols. Citar dos de ellas:

    1 En el presente estudio cito los fragmentos de Nicols de Damasco por la edicin de Felix Jacoby, FGrHist 90 F 1-102 (Historia General), F 125-130 (Bivo" Kaivsaro") y F 131-139 (Autobiografa). Todos los fragmentos menores y los testimonia se citan igualmente por la misma edicin de Jacoby. A estas fuentes hay que aadir los textos siracos y rabes de la obra fi losfi ca de Nicols, reunidos y estudiados por DROSSAART LULOFS 1965.

    2 Jacoby 90 F 36,8.3 Jacoby 90 F 131.4 Jacoby 90 F 131.

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    Nicols de Damasco fue tutor, pedagogo, didavskalo", de los hijos de Anto-nio y de Cleopatra5. La noticia es tarda. Est tomada de Sofronio de Damasco, patriarca de Jerusaln en el siglo VII (muerto en 638)6. Estos nios seran los gemelos Alejandro Helios y Cleopatra Selene II, nacidos en el ao 40, y quizs el tercer vstago, Ptolomeo Filadelfo, nacido el ao 36. Muertos los padres, Antonio y Cleopatra en el ao 30, estos hijos vivieron en Roma. Octavio los dej al cuidado su hermana Octavia, que fue siempre su guardiana, al ser, ade-ms de la hermana del emperador, la primera esposa de Antonio. Despus de esta fecha no tenemos noticia de los dos nios varones, que quizs murieran asesinados, pero s de Cleopatra Selene. Augusto prepar un matrimonio de estado con el rey Juba II de Mauretania, asegurndose as la alianza de este reino con Roma. Nicols de Damasco fue instructor y maestro de estos nios en fecha imprecisa, supuestamente en Alejandra7, entre los aos 43-30. Otro episodio corresponde al ao 20, cuando Augusto visit Siria. En An-tioqua, Augusto recibi en audiencia a una embajada de indios. De ello nos habla Estrabn (XV 73), afi rmando que Nicols estaba en la sala de emba-jadores, haciendo de traductor o como cronista. Estrabn sigue literalmente una crnica de Nicols, prosqeivh d a[n ti" touvtoi" kai; ta; para; tou` Damaskhnou` Nikolavou. El asunto de la embajada permite a Nicols de Da-masco hacer una incursin literaria en un campo que le era grato: el de apor-tar detalles pintorescos de tierras lejanas, mezcla de leyenda y de historia, al estilo de Ctesias. Nicols es tambin un etngrafo o mejor un paradoxgrafo, como leemos en los fragmentos de la Peri; ejqw`n sunagwghv8. Lo importante de este episodio es que, en este ao 20 a.C., Augusto y Nicols se conocieron.

    Entre el 19-16 a.C. Herodes viaj para entrevistarse con Augusto y para ver a sus hijos, Alejandro y Aristbulo, que estaban recibiendo en Roma una educacin digna de su rango9. Augusto se mostr amistoso con Herodes, y ste regres a Judea con sus hijos. En esa fecha, Nicols an no estaba al ser-vicio de Herodes, pero es posible que, a no mucho tardar, el 15 o 14 Herodes se hiciera con los servicios del Damasceno. Quizs para esta fecha no hay que descartar que con la ayuda de Nicols, Herodes buscase cierta continuidad en la calidad de la educacin que sus hijos haban recibido en Roma.

    La crtica moderna admite que Nicols no era judo, ni de nacimiento ni de religin. A lo largo de toda su vida Nicols se mostr como un griego erudito,

    5 BOWERSOCK 1965, 135.6 Jacoby T 2 = Sofronio, Narratio miraculorum SS. Cyri et Johannis [ jEgkwvmion eij" tou;" aJgivou"

    Ku`ron kai; jIwavnnen] 54 = Migne PG 87,3 col. 3621d: ou|per ajrch; kai; rJivza Nikovlao" h\n oJ filovsofo", oJ JHrwvdou paideuth;" kai; paivdwn tw`n jAntwnivou kai; Kleopavtra" didavskalo".

    7 GOLTZ HUZAR 1978, 166.8 Jacoby 90 F 103-124; GMEZ ESPELOSN 1996, 145-157.9 Josefo, Ant. Iud. XVI 6. Sobre estos aspectos, HADAS-LEBEL 2009, 54-56.

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    un oriental muy helenizado aunque en el marco de un helenismo deca-dente , muy interesado en la cultura, primero, y en la poltica despus. Hizo fortuna al lado del rey Herodes10 durante el periodo 17-4 a.C., en que estuvo a su lado, y su pragmatismo poltico y su amor a los viajes, como embajador un ofi cio que haba heredado de su padre11 , le llev a Roma, para arbitrar o tratar problemas entre Roma (Augusto) y Judea (Herodes). Nicols se haba demostrado ya como efi caz defensor de los judos de Jonia12. Nos importa el hecho de que Nicols consultara los archivos ofi ciales de Herodes, donde se conservaban varias copias, tanto de asuntos romanos como de asuntos ju-dos como sabemos fehacientemente por la noticia que trasmite Josefo sobre este episodio jonio, tomndolo de Nicols13, o de una fuente ofi cial comn.

    En fi n, Nicols no fue un gran fi lsofo, pues sus obras peripatticas de Historia Natural parecen parfrasis de obras parecidas del tndem Aristte-les-Teofrasto; tampoco fue un gran poltico, pues, al contrario que su padre, no le interes hacer carrera de gobierno en Damasco, en la provincia de Siria. Fue un notable pedagogo y, seguramente, un buen consejero, como se deduce de diez aos al servicio del rey judo, aunque con altibajos. Y tambin fue un notable historiador, quizs ms ambicioso que efi caz; y muy prolfi co.

    De este personaje nos interesa, naturalmente, su obra intelectual, pero tam-bin su accin poltica, como consejero y diplomtico. Incidiremos luego en esa fase fi nal de la vida de Nicols, su relacin con los romanos, y con el em-perador Augusto.

    Nicols, entre Judea y Roma

    Tras la participacin exitosa de Marco Agripa en las Guerras Cntabras, en el norte de Hispania el ao 19 liquidando fi nalmente un confl icto b-lico que haba durado 10 aos: Hispanias provincia pacavi14 la gran misin

    10 Herodes del Grande, rey de Judea desde el ao 40 a.C. (ECKHARDT 2007, 9-25), era obviamente un rex iudaicus, de los judos, pero tambin, en el sentido cutural lato, un rey helenstico, griego, de mente abierta, no obcecado por los aspectos religiosos hebreos. Esa ideologa no impidi, ms bien al contrario, que el progreso judo fuese ms importante bajo su reinado que bajo cualquier otro rey de su dinasta, empezando por la magna obra, bien conocida, de la construccin del (nuevo) templo de Jerusaln. So-bre estos aspectos ideolgicos remito al reciente trabajo de WILKER 2007, 27-45. Sobre el ambicioso programa edilicio de Herodes, RICHARDSON 1996-1999, 174-202; HADAS-LEBEL 2009, 48-54; 62-64 (texto fundamental de Josefo, Bell. Iud. I 401-422).

    11 BOWERSOCK 1965, 136. En efecto, esa era una de las misiones que tuvo Arquelao de Damasco, padre de Nicols, a lo largo de su vida, como leemos en las primeras lneas de la Autobiografa (Jacoby 90 F 131,2).

    12 Josefo, Ant. Iud. XVI 48.13 Jacoby 90 F 142.14 Dice Augusto, RG 26,2.

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    que Augusto iba a confi ar a su yerno Agripa fue la consolidacin del nuevo rgimen augusteo en Oriente. Otra de las tareas de Agripa fue templar las tensiones que haba entre los judos y otras etnias de la regin, y a su vez entre los judos de la dispora15 y distintas ciudades griegas de Asia, si hacemos caso del relato de Flavio Josefo. Las relaciones polticas entre Roma y Judea, entre el emperador Augusto y Herodes, fueron especialmente intensas entre los aos 17-4 a.C. Estas relaciones interestatales, desiguales por la primaca de Roma sobre la regin Palestina, se vieron afi anzadas por los lazos personales de los segundos por parte de Roma y Judea: por Roma, Marco Vipsanio Agripa, yerno de Augusto, que desde el ao 23 era de hecho corregente en Roma; por parte juda, a un nivel ms modesto, tenemos la fi gura de Nicols de Damasco, que actuar en todo momento como lubricante efi cacsimo en las relaciones entre Roma y Jerusaln en el citado periodo.

    Marco Agripa lleg a Antioqua, la capital de Siria, en la primavera del ao 15. Saba que, antes o despus, iba a entrevistarse (otra vez) con el rey judo Herodes. Ambos haban coincidido antes, en el invierno del ao 23, cuando Agripa visit Mitilene16, y quizs mucho antes en Roma, el ao 4017. Pero las relaciones polticas y la amicitia se consolidan en el segundo viaje de Marco Agripa18, el 23-22, momento en que Agripa hace construir en su palacio hie-rosolimitano dos salas de banquetes a las que denomina, respectivamente, Kaisareion y Agrippeion19 para honrar a los dos hombres ms poderosos de Roma. Fue posiblemente en estas salas, en Jerusaln, donde se entrevistaron Agripa y Herodes. Mantienen una amistad personal y poltica de gran rele-vancia, pues, en efecto, Herodes no es solamente el rey de Judea, es tambin ejpivtropo", administrador general de toda Siria20, y gobierna sobre los territo-rios, adjudicados por los romanos, de Chipre y Licia21. Nunca hay que olvidar que Herodes era rey de los judos gracias a Roma22.

    En el ao 14, Agripa y Herodes marchan a una expedicin al Bsforo23, donde el rey judo se muestra como un verdadero confi dente24. Como indica

    15 Sobre la dispora juda en poca de Herodes: RICHARDSON 1996-1999, 264-266; WILKER 2007, 43.16 Josefo, Ant. Iud. XV 350.17 Josefo, Ant. Iud. XIV 377-378.18 RODDAZ 1984, 451 ss.19 Josefo, Bell. Iud. I 402-404; Ant. Iud. XV 318. Ese mismo ao 23 se comienzan las obras de re-

    construccin del Templo de Jerusaln (Josefo, Ant. Iud. XV 388-425; Bell. Iud. V 184-237). Ver RICHARD-SON 1996, 241-249, con estudio de fuentes griegas, romanas y rabnicas.

    20 Josefo, Ant. Iud. XV 360; Bell. Iud. I 399.21 Josefo, Ant. Iud. XVI 128; Bell. Iud. I 428; HADAS-LEBEL 2009, 56-58.22 Sobre Herodes y los herodianos hay buenas monografas, a destacar: JONES 1938-1967; PEROWNE

    1956; SCHALIT 1960; GRANT 1971; RICHARDSON 1996-1999; KOKKINOS 1998; LANDAU 2006. Este ltimo autor hace una crtica de la historiografa sobre la fi gura de Herodes en pp. 219-224.

    23 Josefo, Ant. Iud. XVI 20.24 GRANT 1973, 76; RICHARDSON 1996-1999, 270-272.

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    Josefo, Herodes fue su auxiliar en los asuntos pblicos, agradable, tambin en los momento de descanso; era el primero que estaba dispuesto a compartir todo con l, las penas por afeccin, los placeres por cortesa25. Estas mismas palabras podramos aplicarlas nosotros a la relacin entre el rey Herodes y Nicols de Damasco, su consejero y amigo.

    Una interesante accin diplomtica, con intervencin de Nicols, la tene-mos ese mismo ao 14, en que ste defi ende a los habitantes de Ilin. Lo que cuenta sucede en Mitilene, donde Herodes, acompaado de Nicols, se haba encontrado con Agripa. La presencia en Oriente de Julia, la hija Augusto y esposa de Agripa, no se menciona en ninguna otra fuente26, salvo ste de Nicols27. El texto, poco conocido por los historiadores actuales, procede los excerpta constantinianos que forman parte de la Autobiografa de Nicols28.

    El consejo y la mediacin de Nicols fue requerida seguramente por el pro-pio Agripa cuando hubo que solucionar un confl icto con los judos de Jonia, como vemos puntualmente en el relato de Josefo, que se basa sin duda en p-ginas perdidas de los libros 123-124 de la Historia General del propio Nicols:

    En el momento en que ellos llegaron a la zona de Jonia una multitud inmensa de judos que habitaban las ciudades de aquella regin se acerc a ellos, aprovechando la ocasin que se les brindaba y la posibilidad de expresarse pblica y libremente, y refi rieron las vejaciones de que eran objeto al no permitrseles hacer uso de sus pro-pias leyes y ser obligados por la iniquidad de los jueces a someterse a juicio en das sa-grados, y al ser despojados del dinero destinado a ser enviado a Jerusaln, por cuanto que eran obligados a tomar parte en las expediciones militares y en la prestacin de servicios pblicos y a gastar el dinero sagrado en estos menesteres, de los que haban sido eximidos siempre al haberles permitido los romanos vivir en consonancia con sus propias leyes. Como ellos criticaran a voz en grito tal suerte de vejaciones, el rey intercedi para que Agripa escuchara sus alegatos y puso a disposicin de ellos para que expusiera la justicia de su causa a Nicols, que era amigo personal suyo. Y una vez que Agripa hubo sentado a su lado a las autoridades romanas y a los reyes y prn-cipes presentes, Nicols, luego de ocupar el debido lugar, argument as en pro de los judos: Oh, magnfi co Agripa, a todos los hombres que se encuentran en apuros les es obligado refugiarse en brazos de quienes puedan librarlos de las vejaciones de que son objeto (siguen varias pginas del discurso de Nicols).

    (Josefo, Ant. Iud. XVI 27. Traduccin de Vara Donado, 1987, p. 954).

    25 Josefo, Ant. Iud. XVI 22.26 Todo el episodio que Nicols cuenta el texto lo resume Josefo, Ant. Iud. XVI 26: (Herodes)

    reconcili a los habitantes de Ilin con Agripa, que se haba encolerizado con ellos. As, sin ms detalles.27 PARMENTIER-MORIN 1998, 22 n. 75.28 Jacoby 90 F 134. Ver el texto griego y la traduccin de este fragmento en el apndice documental

    del presente estudio.

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    Ambas intervenciones de Nicols favorecen y defi enden los intereses de los judos de la dispora asitica29, en tanto que stos forman parte del koi-novn judo. Nicols lucha ms por sus derechos civiles y polticos que por sus reivindicaciones religiosas, disputas en las que el damasceno no entra, o al menos no han quedado testimonios, como podra ser el caso de los confl ictos de Herodes con los fariseos. De haberse producido estas mediaciones diplo-mticas o ministeriales de Nicols sin duda Josefo se habra hecho eco de ellas en sus Antigedades.

    Schwartz ha estudiado el lenguaje de Nicols de Damasco y de Josefo en estos discursos, concluyendo que el damasceno habla, como aspiracin, de la ejleuqeriva (la libertad) de los judos, en tanto Josefo habla de aujtonomiva (independencia)30. En cualquier caso, insisto, Nicols pasa por alto las cues-tiones religiosas, algo a lo que un judo no se hubiera sustrado.

    Igualmente podemos aludir a la embajada de Nicols a Roma31, ante Au-gusto para mediar sobre el asunto de la Nabatea: Herodes se opuso a Syllaios, un rabe idumeo, por un asunto de poltica interna32 y a encender una gue-rra33 que lleg a enturbiar las relaciones entre Roma y Herodes cuando Sy-llaios march a Roma para comentar con Augusto el asunto de la condena de Antpatro por la acusacin de Nicols34. Por este motivo, Nicols se present en Roma para aclarar el asunto35 e intentar restaar la imagen de Herodes ante el emperador.

    Estos episodios contribuyeron a afi anzar la amistad entre Agripa y Herodes, pero tambin la simpata entre Agripa y Nicols, que se conocieron en estos

    29 RICHARDSON 1996-1999, 272: Herod bettered Diaspora Jews conditions; sometimes he did this directly as in the suit of Ionian Jews and his visits to communities with substantial numbers of Jews but mostly he worked indirectly through benefactions. There was a close correlation between the places benefi tted and the locations of concentrations of Jews, yet he never made contributions, so far as we know, to the Jewish communities themselves, only to the whole city or province. When he claimed that Jews in the Diaspora would be unmolested in the future he did not mean that the underlying problems had been resolved but that he had helped to change attitudes by his generosity.

    30 SCHWARTZ 2002, 69-71. Existe una amplia bibliografa sobre el uso que hace Josefo de la obra his-trica de Nicols, pero remito especialmente al trabajo de TOHER 1989, 159-172; TOHER 2003a, 427-447, y ms recientemente LANDAU 2006, 23-28; 74-92; 111; 220. La gran calidad y cantidad de informacin que da Josefo sobre la poca de Herodes en Antiquitates XV-XVII se debe al manejo directo por parte del escritor fl avio de la Historia de Nicols. Precisamente por eso decae el discurso histrico de Josefo a partir del ao 4 a.C., comienzo del reinado de Arquelao.

    31 En estros viajes transmediterrneos entre Judea y Roma, muchas veces con escala en Alejandra, era fundamental el puerto de Caesarea, en la costa Palestina, que era la capital administrativa romana en Judea. Sobre la importancia estratgica y poltica de Cesarea, GNTHER 2007, 79-89.

    32 BOWERSOCK 1965, 56; 136; LANDAU 2006, 148-149.33 Sobre la guerra nabatea, ver especialmente RICHARDSON 1996-1999, 165-169; 279-281 (para el

    confl icto en la fase de los aos 12-9 a.C.).34 Josefo, Bell. Iud. I 574; el tema es citado por Nicols, Autobiografa, Jacoby 90 F 136,1.35 Josefo, Ant. Iud. XVI 335-355.

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    viajes. Las palabras con que Nicols se dirige a Agripa, magnfi co Agripa!, w\ mevgiste jAgrivppa, es una clara muestra de retrica poltica que aprendiera en su juventud en Damasco, esa oratoria oriental propia de una corte regia, que ensalza la fi gura de Agripa como la de un rey delante de los sbditos. La oratoria de Nicols juega a mostrar a Agripa como un co-regente de Judea, y a Herodes como un co-regente del Imperio36, no como un sbdito de Roma, sino como un amicus. El xito del asunto de los jonios, puesto en manos de Ni-cols, con toda seguridad aument la simpata del general romano hacia aquel veterano consejero de Herodes. En la primavera del ao 13, Agripa regresaba a Roma de vuelta de su legacin siria37. En la Urbe esperaban a Agripa sus dos hijos, Cayo (nacido el 20) y Lucio (nacido el 17), nacidos de su matrimonio con Julia la Mayor. El gran general romano no los vera crecer, pues muri unos aos despus, el 12. Los vstagos quedaron bajo la tutela de Augusto, que los nombr herederos, pero tampoco tendran larga vida: Lucio muri en plena juventud, a los 19 aos, en la Galia, y su hermano mayor, Cayo, a los 24 de edad, en Licia en el ao 4 d.C. No sabemos si Nicols de Damasco (que lleg a Roma un ao despus, el 12) estuvo implicado en la educacin de los dos jvenes. No tenemos fuente directa que lo diga, pero podemos sugerirlo: la amistad con Agripa y con Augusto, y la experiencia pedaggica de Nicols, indica que esa circunstancia pudo darse circunstancialmente.

    En el ao 14 viajaran a la Urbe38 el rey Herodes (por segunda vez) y Nico-ls (por primera vez). Que ambos viajaron juntos lo leemos en un fragmento de la Autobiografa de Nicols:

    ejk touvtou plevwn eij" JRwvmhn wJ" Kaivsara JHrwvdh" ejph`ge to;n Nikovlaon oJmou` ejpi; th`" aujth`" nhov", kai; koinh`/ ejfilosovfoun.

    Despus Herodes, para hacer la travesa hasta Roma, donde deba encontrarse con Csar [Augusto], llev a Nicols a bordo con l, y juntos hablaban de fi losofa.

    (Jacoby 90 F 135 = Const. Porfyr., De virt. I 327,3)

    Este viaje coincide con cierta cada en desgracia del rey judo ante Augusto por causa de ciertos confl ictos con los nabateos39. Este confl icto, en el que Nicols hizo de mediador diplomtico, est contado tambin, y con mayor extensin, por Josefo40.

    36 RODDAZ 1984, 454.37 SCHRER 1985, 53. 38 BOWERSOCK 1965, 135.39 Jacoby 90 F 136,1.Ver este texto en el Apndice al fi nal del presente estudio.40 Josefo, Ant. Iud. XVI 271-299; 335-355.

  • Nicols de Damasco, un intelectual singular 213

    No menos importante es la mediacin de Nicols en el confl icto familiar en la corte: los hijos de Herodes, enfrentados entre s, planean asesinar a su padre. De nuevo la narracin de los hechos la leemos en la Autobiografa de Nicols41.

    Esta luchas fratricidas se reproducirn aos despus, inmediatamente des-pus de la muerte de Herodes, luchando por la herencia al trono; y de nuevo ser Nicols quien medie para resolver el confl icto, como veremos un poco ms adelante.

    En todos los casos, la labor diplomtica de Nicols interesaba no slo a He-rodes, sino tambin a Roma, a Augusto. Es natural, pues, que en los viajes de Estado, el rey judo se hiciera acompaar de Nicols, que era amigo, y hasta quizs confi dente, de romanos tan notables como Marco Agripa.

    Es bien conocida la ancdota de que Nicols, para facilitar el acercamiento a Augusto y suscitar su simpata, le llevaba como regalo abundantes dtiles de Palestina. Ateneo42 cuenta que Nicols de Damasco se los enviaba regular-mente a Augusto. ste, con cierta simpata los llamaba dtiles Nicols, qui-zs porque bien o malintencionadamente le sacaba algn parecido formal a los dtiles con el aspecto fsico de Nicols43.

    La ltima, y quizs ms importante, misin diplomtica de Nicols en Roma se refi ere a la resolucin del testamento de Herodes, que muri el ao 4 a.C. El trono se lo disputaban sus tres hijos44. El testamento, el sptimo45, de

    41 Jacoby 90 F 136,2-7. Ver este largo texto en el Apndice al fi nal del presente estudio.42 Deipn. XIV 66,16-23.43 La noticia de la Suda (voz

  • 214 Sabino Perea Ybenes

    Herodes fue confi rmado en sus puntos esenciales: a Arquelao se le asignaron los territorios de Judea, Samara e Idumea, pero las ciudades de Gaza, Gadara e Hipos fueron segregadas de su dominio y unidas a la provincia de Siria.

    Todos estos acontecimientos, tan importantes para Judea y sus relaciones con Roma, pueden leerse, de mano del propio Nicols de Damasco, en los fragmentos de su Autobiografa46. El discurso de Nicols ante Augusto y los prncipes judos pretendientes al trono, se ha conservado, parafraseado, en Josefo47.

    Por tanto, a pesar de su avanzada edad, Nicols de Damasco en Roma se mostraba totalmente en su salsa haciendo algo en lo que era experto y haba hecho toda su vida: hacer labores diplomticas de alta poltica, defendiendo los intereses judos en Roma, ante los romanos, pero siempre respetando ese pacto de amistad que haba presidido las relaciones entre Herodes y sus ami-gos Augusto y Marco Agripa.

    Muerto Herodes, cabe suponer que Nicols qued todava en Roma, como se desprende de las indicaciones de su Autobiografa48, representando los in-tereses del sucesor, Arquelao, ante el emperador de Roma, como una especie de embajador fi jo en la Urbe para los asuntos judos, aunque releg ese papel a un segundo plano, quizs por motivo de la edad y el cansancio, y la voluntad de tener un poco de tranquilidad al fi nal de su vida49. Se dedic a escribir, so-bre ltimos aos del siglo, los hechos contemporneos, que corresponderan los libros 124-144 de su Historia General. Aunque, realmente, se trata de una suposicin, pues no queda ni un solo fragmento de estos ltimos 20 libros. Quizs no lleg a escribirlos (llegando slo a esbozarlos), pues fueron muy turbulentos y confl ictivos en Palestina, por cuestin de la sucesin50 al trono.

    Nicols historiador

    a) La Historia General, Kaqolikh; JIstoriva

    Un fragmento muy interesante de la Autobiografa de Nicols nos informa de la pasin de Herodes por fi losofa, primero, y luego por la retrica y fi nal-

    46 Jacoby 90 F 136,8-10. Ver este largo texto en el Apndice al fi nal del presente estudio.47 Josefo, Ant. Iud. XVII 315, y recordado sumariamente en Bell. Iud. II 92.48 Jacoby 90 F 138: ta;" pleivou" diatriba;" ejpoiei`to meta; tw`n dhmotikw`n, ejkklivnwn tou;"

    megavlou" kai; uJperplouvtou" tw`n ejn JRwvmhi49 Como leemos en su Autobiografa: Nikovlaon ajnacwrei`n h[dh wJ" eJauto;n ejgnwkovta. kai; ga;r

    h\n peri; xV e[th (Jacoby 90 F 136,8).50 Ver sobre este periodo, desde la muerte de Herodes hasta la muerte de Arquelao el ao 10 d.C.,

    SCHRER 1985, 429-435; MAIER 1992, 98-99; HADAS-LEBEL 2009, 58-60.

  • Nicols de Damasco, un intelectual singular 215

    mente por la historia51, siendo esta ltima pasin la que impuls a Herodes a ordenar que Nicols escribiera su Historia General.

    Por tanto, esta tarea herclea fue escrita en su mayor parte, quizs hasta el libro 116, en el palacio de Herodes, donde dispona de una extensa bi-blioteca. Las autoridades que manej Nicols son conocidas por citas direc-tas, expresas, o indirectas, que analiz perspicazmente Jacoby, y ms tarde Wacholder (1962, 81-86). Los fragmentos que quedan de sus 144 libros52 de Historia General53 muestran un interesante manejo de fuentes, y nos da idea de la cantidad de informacin escrita y casi en su totalidad perdida slo comparable a la Historia de Roma de Livio, en 142 libros.

    Los dos primeros libros narran la historia antigua de Oriente, Asiria, Ba-bilonia y Media; el tercer libro habla de la mitologa griega y de la Guerra de Troya; los libros cuarto y quinto contienen la historia de Lydia, con disgresio-nes histricas sobre Siria, Palestina, Eolia y el Peloponeso; el libro 6 continua con la historia de Lydia y su relacin con la historia ms antigua de Atenas y las migraciones jonias; el libro 7 habla de Persia, Lydia, Corinto y Sicin. De los libros 8-95 apenas sabemos nada, salvo alguna mencin a Armenia. Los libros 103 y 104 narraran las guerras de Mithrdates; el libro 107 sobre Sila; el 108 sobre Pompeyo, y el triunfo de Lculo en el libro 110. El relato de la de-rrota de Craso en su guerra contra los partos sera el tema principal del libro 114, y las Guerras de las Galias de Csar en el libro 116. Los libros 123 y 124 narra el viaje de Herodes (y Marco Agripa) a Jonia, de cuya comitiva formaba parte el propio Nicols54. Los libros 125-144, trataran el viaje de Arquelao a Roma. Estos ltimos 20 libros malogrados trataran asuntos judos y romanos de primer orden, importantes para conocer (o haber conocido) mejor las rela-ciones entre Augusto y los reyes judos, Herodes y sus herederos. Quedan una docena de fragmentos que no sabemos a qu libro asignar. En la estructura general de su obra, Nicols sigue en general un criterio cronolgico with the histories of individual territories and people divided into parallel periods,

    51 Jacoby 90 F 135. Ver el texto griego y una versin espaola de este fragmento en el apndice documental del presente estudio.

    52 Ateneo, Deipn. VI 39,12-14: Nikovlao" d oJ Damaskhnov", ei|" tw`n ajpo; tou` peripavtou filosovfwn, ejn th/` dekavth/ pro;" tai`" eJkato;n tw`n iJstoriw`n JRwmaivou" iJstorei`. Ateneo, Deipn. VI 54,13-16: Nikovlao" d oJ Damaskhno;" (ei|" d h\n tw`n ejk tou` peripavtou) ejn th`/ polubuvblw/ iJstoriva/ eJkato;n ga;r kai; tessaravkontav eijsi pro;" tai`" tevssarsi. La Suda habla de 80 libros. Se trata sin duda de un error. Quiero recordar que el emperador Juliano, en la carta a Temistio (11,12-14 = Jacoby 90 T 14) haba manejado, o conoca, algunas obras de Nicols, y de l traza un retrato breve y cido, cuando indica que, aunque l no protagoniz personalmente hechos signifi cativos, sin embargo es conocido por las obras que los cuentan (Nikovlao" de; pravxewn me;n ouj megavlwn aujtourgo;" gevgone, gnwvrimo" dev ejsti ma`llon dia; tou;" uJpe;r aujtw`n lovgou").

    53 TOHER 1989, 159-172.54 LANDAU 2006, 125; 140-142.

  • 216 Sabino Perea Ybenes

    each division being designed to coincide with an event of major import55. Este ndice de contenido, necesariamente incompleto, nos permite hacernos una idea de la desgracia que supone la prdida de esta Historia.

    Prcticamente todas las fuentes de Nicols son griegas, salvo aquellos casos en que Nicols maneja algunos autores hebreos (como Ezequiel, que Nicols conoce a travs de la obra de Alejandro Polihstor56), o el caso particular del texto latino de Csar, De bello gallico III 20, que Nicols reproduce (Jacoby 90 F 80), y una dependencia directa, en el fragmento 125 de la Bivo" Kaivsa-ro", tomado de la obra perdida de Asinio Polin57.

    sta sera la bibliotheca graeca que manej Nicols para redactar su Histo-ria General:

    Fragmentos de Nicols de Damasco

    (en la edicin de Jacoby)

    Autor y fecha(todas ante J.C.)

    90 F 1 ss. Ctesias de Cnido (s. IV)

    90 F 6; 10; 14; 25; 26 Helnico de Lesbos (s. V)

    90 F 8 Eurpides (m. 407-406)

    90 F 15; 47; 68 Herdoto de Halicarnaso (ca. 484-428)

    90 F 28-33 foro de Cyme (fl . ca. 350-330)

    90 F 69-70 Dionisio de Halicarnaso (segunda mitad del s. I)

    90 F 71; 104 Homero (s. VIII-VII)

    90 F 72 Beroso de Babilonia (s. III)

    90 F 72 Mnaseas de Patara (s. III)

    90 F 83 Hesodo (s.VII)

    90 F 90 15-16; 22; 44-47; 62-65 Janto de Lydia (ca. 400)

    90 F 91 Apolodoro de Atenas (ca. 180-100)

    55 TOHER 1989, 162.56 Jacoby 273 F 19.57 SCARDIGLI 1983b. C. Asinio Polin escribi una historia de las Guerras Civiles entre Csar y Pom-

    peyo, hoy perdida, pero que usaron Nicols de Damasco (en el citado fragmento), por Estrabn (segn Josefo, Ant. Iud. XIV 8,3, sobre la campaa egipcia de Csar), Plutarco (Pomp. 72; Caes. 46) y Apiano (B.C. II 82).

  • Nicols de Damasco, un intelectual singular 217

    Fragmentos de Nicols de Damasco

    (en la edicin de Jacoby)

    Autor y fecha(todas ante J.C.)

    90 F 91 Castor de Rodas (mediados del s. I)

    90 F 91 Timgenes de Alejandra (mediados del s. I)

    90 F 95 Posidonio de Apamea (s. II)

    90 F 103 Jenofonte de Atenas (430-354)

    90 F 132 Aristteles (384-322)

    90 F 141 Laeto Moco (s. II)

    90 F 142 Acusilao de Argos (ca. s. V)

    90 T 13 Alejandro Polihistor de Mileto (ca. 80-35)

    90 T 13 Conon (segunda mitad del s. I)

    A estos autores hay que sumar otros (sugeridos por Wacholder)58, como son: Aristbulo de Casandrea (s. IV a.C.); Artapano, Cleodemo Malco, Eupo-lemo, Filn el Viejo, Teodoto, Tefi lo, Timocares, y Demetrio (ca. 221-203), conocidos por las citas que de ellos hace Alejandro Polihstor; Teofrasto de reso (ca. 372-287), fuente principal de la obra peripattica de Nicols. Aris-teas (s. II-I); Polibio de Magalpolis (s. II); Apolonio Moln de Alabanda (primera mitad del s. I). Ms cercanos a su generacin tenemos a Arquelao, rey de Capadocia (ca. 41 a.C. - 14 d.C.), que escribi un opsculo sobre Ale-jandro Magno; y Teodoro de Gadara, rtor, contemporneo de Herodes, que escribi una Historia de Siria59, enemigo personal de Nicols60.

    Esta bibliografa es natural: Nicols es un historiador griego y esto con-viene enfatizarlo en todo momento se dirige a un pblico griego, al que quiere explicar la historia antigua de las regiones orientales y helenas, y por el propio diseo de la obra explicar en los ltimos libros cmo toda esta historia y esta cultura converge en Roma, tomando como ejemplo el reinado de Herodes como el mejor ejemplo de cmo la cultura helenstica y la juda podan y deban vivir y sobrevivir al lado de Roma, respetndose mu-tuamente en sus valores culturales profundos. Nicols es uno de los grandes escritores griegos de la poca de Augusto, junto a Dionisio y Estrabn y en

    58 WACHOLDER 1962, 83-86.59 FHG III 489 = Jacoby 850.60 Cf. Quintiliano, Inst. Or. III 1,17 = Jacoby 90 F 137,6.

  • 218 Sabino Perea Ybenes

    menor medida Timgenes, cuya obra ha naufragado, y Cringoras interesa-dos por la historia universal y la historia de los pueblos que conforma-ban el mosaico pluritnico del Imperio romano61. Estos intelectuales estn en Roma62 (Dionisio, Timgenes, Nicols al fi nal de su vida) o acompaan a Augusto en sus viajes y/o realizan misiones diplomticas (Estrabn, Nicols). Vistas sus biografas en perspectiva, y en su totalidad, de todos ellos el que pasa menos tiempo en Roma es Nicols. Por eso su obra es, en conjunto, la de un escritor fi lohelnico63, incluso cuando escribe la biografa del joven Csar (Augusto), que es un largo exordio poltico con un trasfondo muy claro: la necesidad que tiene todo buen prncipe, o rey, de adquirir una educacin superior en la que han de prevalecer los valores ticos.

    Nicols lleva a primer plano64 una idea ya recurrente en Polibio, una de sus fuentes principales. ste utiliza la expresin escritos universales, ta; kaqovlou gravfein, que encontramos en numerosos pasajes suyos, por ejemplo Pol. Hist. I 4,2,4; 16,11,4; V 33,2; IX 10,11,3; XII 23,7,7. En Pol. Hist. XXIII 14,3,3 encontramos exactamente la kaqovlou koinwniva" pavntwn tw`n ejn ajnqrwvpoi". En otras partes de su obra, Polibio utiliza la expresin acontecimientos histricos mundiales, th`" kaqovlou tw`n pravxewn iJstoriva", en Pol. Hist. VIII 2,7,1. La ajrchv de los romanos sobre la oikoumene surge del enfrentamiento de la guerra contra Anbal, y se establece hacia 167 a.C.65 La ecmene signifi ca el mundo conocido por los griegos y romanos. Para Polibio la historia universal es una consecuencia de las gestas romanas, que l se propone escribir66. Segn Shatzman, larche di Polibio signifi ca potere, supremazia, dominio, non impero territoriale costituito da province amministrate. In concreto voleva dire che tutti gli stati ed i sovrani inclusi nelloikoumene dovevano conformarsi agli ordini di Roma67. Este concepto parece regir en la idea historiogrfi ca de Nicols de Damasco.

    La nocin de koina prxeis la vemos tambin en los primeros prrafos de la Bibliotheca historica de Diodoro de Sicilia (Bibl. I 3,2: ojlivgoi d ajpo; tw`n ajrcaivwn crovnwn ajrxavmenoi ta;" koina;" pravxei"). Diodoro es contempo-rneo de Nicols, pero ste no manej la obra histrica del siciliota.

    La admiracin y el respeto de Herodes por Marco Agripa se hacen eviden-tes con el nombre que Herodes dio a su propio hijo. Esa optimizacin queda explcita en la fi gura de Agripa, y por tanto tambin de Augusto.

    61 BOWERSOCK 1965, 124.62 BOWERSOCK 1965, 125.63 BOWERSOCK 1965, 135.64 MORTLEY 1996, 7.65 SHATZMAN 2001, 22.66 Pol. Hist. I 3,3-6.67 SHATZMAN 2001, 23.

  • Nicols de Damasco, un intelectual singular 219

    Para Josefo, que, como sabemos, se sirve abundantemente de la obra de Nicols, ste es fue un gran adulador de Herodes, y su discurso adolece de un continuo y exagerado servilismo (un dicere laudes continuo) que Josefo expresa as sobre el mtodo histrico de Nicols:

    El propio Nicols, el historiador que estaba a su servicio (touvtou kai; Nikovlao" oJ kat aujto;n iJstoriogravfo"), menciona esta construccin68, pero no que haba bajado tambin69, por constarle que se trataba de una accin indigna. Pero es que l redacta permanentemente el resto de su obra siguiendo este mismo proceder, puesto que, como viva en palacio con el propio rey, escriba en la forma que le fuera grata a aqul y en tono servil, tocando slo los temas que le proporcionaran gloria y modifi cando (zw`nti ga;r ejn th`/ basileiva/ kai; su;n aujtw`/ kecarismevnw" ejkeivnw/ kai; kaq uJphresivan ajnevgrafen), en cambio, y ocultando con todo celo muchos de sus comportamientos a todas luces inicuos, llegando Nicols en su proceder incluso a querer convertir en una bella accin el asesinato de Mariame y de sus hijos, tan cruelmente cometido por el rey, lo que lleva al historiador a acusarla a ella de impudicia y a los jvenes de conspiracin, al tiempo que Nicols aprovecha siempre su obra para elogiar demasiado desmedidamente al rey cuando sus acciones han sido justas y para justifi carle ardorosamente sus desaciertos (kai; diatetevleken th`/ grafh`/ ta; me;n pepragmevna dikaivw" tw`/ basilei` perittovteron ejgkwmiavzwn, uJpe;r de; tw`n paranomhqevntwn ejspoudasmevnw" ajpologouvmeno"). Pues bien, uno podra perdonarle a Nicols grandemente este proceder, puesto que, como dije, interpretaba su obra no como narracin verdica para el comn de las gentes, sino como servicio al rey (ouj ga;r iJstorivan toi`" a[lloi", ajlla; uJpourgivan tw`/ basilei` tauvthn ejpoiei`to).

    (Josefo, Ant. Iud. XVI 183-186. Traduccin de Vara Donado).

    Nicols es, pues, un adulador de Herodes, aun cuando sabe que defi en-de causas injustas indignas70. Josefo, al contrario, se considera, ecunime, al considerar indigno ofrecer referencias falsas, y exponer las acciones (de los Asmoneos) de una forma limpia y justa71.

    Esta opinin, este mtodo, es el que Nicols iba a repetir a la hora de escri-bir la obra biogrfi co-histrica de Augusto, como la mejor y nica forma de ser aceptado en la corte de amici augusteos que de vez en cuando visitaban el palacio, o de aquellos intelectuales y historiadores que, de un modo u otro, apoyan a la persona de Augusto y a sus reformas polticas, los aduladores del rgimen, aquellos que, sin restarle mritos artsticos, como historiadores o como poetas, sostuvieron enhiestos los ideales del princeps. Los opositores

    68 La tumba de Herodes, que estaba en construccin.69 A inspeccionar los subterrneos de la citada tumba.70 Cf. Josefo, Ant. Iud. XIV 9.71 Josefo, Ant. Iud. XVI 187. Sobre estos valores (o falta de valores) historiogrfi cos de estos dos

    historiadores, TOHER 2003a, 431-435.

  • 220 Sabino Perea Ybenes

    al rgimen, como los historiadores Cremucio Cordo o Thrasea Peto, fueron condenados al silencio, y sus obras destruidas; los que se extralimitaron o hicieran mofa, con razn o sin razn, como Ovidio, fueron condenados al exilio. Si nos atenemos a este criterio, Nicols, que se qued en la Roma, y cercano a Augusto hasta el fi nal de su vida, formaba parte de la columna ver-tebral de la ideologa augustea.

    b) La Vida de Csar (Augusto): Bivo" Kaivsaro"

    Augusto (63 a.C. - 14 d.C.) escribi una autobiografa, hoy perdida que-dan fragmentos72 que pudo servir de base, o de punto de partida para la Bivo" Kaivsaro" de Nicols de Damasco que ste escribi, quizs, a peticin del rey Herodes73, o bien, como hemos propuesto, a instancias del propio Augusto o por iniciativa del propio Nicols para agradar al prncipe74. De esta obra interesa particularmente la segunda parte75, que se ha conservado un amplio fragmento76 inserto en la obra histrica del emperador Constan-tino Porfi rognito (912-959 d.C.). Es una seccin continua, muy larga, que aborda la poca inmediatamente posterior al asesinato de Csar77 y, en forma de excurso, aade una relacin detallada de la conspiracin contra el dictador y las circunstancias de la misma. Este segundo fragmento nos permite una evaluacin justa de la obra que, a pesar de toda la adulacin que contiene, no est desprovista de mritos, puesto que ofrece una narracin histrica deta-llada y coherente desde el comienzo de la conspiracin contra Csar hasta el alistamiento de un ejrcito por Octaviano78. Nicols como historiador hace

    72 Que he reunido en mi trabajo PEREA YBENES 2006, 231-243.73 WACHOLDER 1962, 83.74 En tal sentido Nicols es ms pro-Augusto (a nivel personal) que pro-augusteo (defensor de

    la ideologa del principado en general) en el sentido de lo son otros intelectuales, principalmente latinos. La relacin literaria entre Augusto y Nicols se cie ms al mbito personal que al poltico. Sin que este ltimo, naturalmente, quede fuera de juego, queda minimizado ante el reto que tiene Nicols al escibir la biografa del joven Csar (Augusto): demostrar que el xito poltico es el resultado o incluso podramos decir la recompensa a las virtudes naturales o cultivadas (la educacin aprendida) y al sentido moral que todo hombre de Estado ha de tener inexcusablemente. Esta relacin entre el prncipe y Nicols-historiador no se dio en la relacin de Augusto con otros historiadores contemporneos. Sobre Augusto y los historiadores, remito al estudio de GABBA 1984, 61-88. Para los historiadores de Augusto, con-temporneos y posteriores, remito a PEREA YBENES 2006, 39-43. En la Tabla 1 del presente estudio se aprecia bien el conjunto de los principales historiadores pro y anti-augusteos.

    75 Jacoby 90 F 130.76 Jacoby 90 F 125-130. Que yo mismo he traducido al espaol recientemente: PEREA YBENES 2006.

    Hay excelentes versiones a otros idiomas: italiano (SCARDIGLI 1983a), ingls (BELLEMORE 1984), y alemn (MALITZ 2003).

    77 Sobre la fi gura de Csar (comparada con la de Octaviano) en la obra de Nicols de Damasco, TOHER 2003b, 132-156.

    78 SCHRER 1985, 56.

  • Nicols de Damasco, un intelectual singular 221

    las veces de propagandista y consejero del prncipe, aplicando la experiencia que, en el mismo sentido, haba acumulado durante los aos que pas como consultor ulico y embajador de Herodes. Conviene recordar que su apuesta favorable por el prncipe que se sustancia en una biografa lo es todava en vida de Augusto, y que por tanto entraaba enormes riesgos en un momento en que la llama republicana an poda abrasar a ms de uno. Quizs por eso Nicols, deliberadamente, se propuso slo escribir sobre la primera eta-pa de la vida del prncipe de su formacin (ajgwghv) como persona, ms que presentar su vida como retazos biogrfi cos de una vida desordenada (en sus ideas) o de un poltico revolucionario. Subyace en toda la obra el sentimien-to del intelectual que ha sido equilibrado consejero de reyes, y educador de prncipes. Como dice de forma sumaria Jean-Michel Roddaz, dans le Bivo" Kaivsaro" Nicolas de Damas a bien mis en vidence le rle du groupe damis qui entourent le jeune Octave et le poussent se lancer la conqute du pouvoir79. Y no hay que olvidar las circunstancias en que escribi la biografa a mi juicio, en Roma, y en los ltimos aos de su vida, entre los aos 8 y 4 a.C.80 siendo respetuoso con Augusto, al que conoca, y, por su origen y por su trayectoria anterior, con el sufi ciente distanciamiento de las facciones pol-

    79 RODDAZ 1984, 502.80 PEREA YBENES 2006, 28 y 31. Momigliano propone que la Vida de Augusto es del ao 20 a.C.

    (MOMIGLIANO 1974, 88-89 = MOMIGLIANO 1986, 109-110), argumentando que slo le interesa el perio-do de juventud. Pero del mismo modo pudo escribir sobre la juventud del prncipe con ms distancia. Ms recientemente, Scardigli, en su traduccin de la Vida de Augusto de Nicols de Damasco, p. 19, ha-cindose eco de otras propuestas (vid. 23 n. 76) propone tres fechas posibles para la redaccin de la obra: 1) poco despus de la instauracin de la monarqua augustea (aos 20) para presentar a los orientales la fi gura del emperador romano como un rey (WACHOLDER 1962, 25-26; GABBA 1984, 62). Esta opcin tiene como fecha ltima los aos 26-25 a.C. (no antes del 25, por su alusin a las Guerras Cntabras, BOWERSOCK 1965, 136-137), en que Augusto escribira su Autobiografa, que habra manejado Nicols; 2) el ao 8 a.C., momento en el que se deterioran las relaciones entre Herodes y el prncipe, viniendo la obra a limar a acercar posiciones, y 3) fi nalmente, tras el ascenso al trono de Arquelao y el retiro de Nicols de la escena poltica. En cualquier caso, de ningn modo a mi juicio la Vida de Augusto pudo ser escrita antes de que Nicols y Augusto se conocieran (es decir, nunca antes del ao 20).

    De las opciones propuestas por Scardigli creo que la ltima es la ms probable, como he indicado, es decir, entre los aos 8 al 4 a.C. El hecho de que el contenido de la Vita no vaya ms all de los primeros aos de vida, y de vida pblica, de Augusto no es un argumento sufi ciente para retrasar la fecha. En este sentido hay que recordar que lo conservado no es la obra completa, sino el resumen constantiniano, y que realmente ignoramos hasta qu ao de la vida de Augusto habra narrado Nicols. La dependencia de la Vida de Augusto de Nicols y la Autobiografa del propio prncipe tambin ha sido sobrevalorada. Nicols pudo habe ledo el De vita sua, y haberse servido de este escrito para algunas ideas o noticias, pero a tenor de lo conservado por ambas obras, una y otra tienen carcter bien distinto, y no se conservan loci paraleli en sendas obras, ambas fragmentarias (la de Augusto ms que la de Nicols). En resumen la Vida de Augusto no es fuente para el De vita sua de Augusto. Por tanto la fecha de redaccin de una obra y de otra no tienen por qu coincidir en absoluto, ni ser dependiente la obra de Nicols del De vita sua de Augusto, salvo mnimamente, en detalles, adems, que no se pueden precisar.

  • 222 Sabino Perea Ybenes

    ticas romanas para escribir un elogio pedaggico81 del prncipe sin irritar a sus enemigos polticos.

    Como acertadamente indica Arnaldo Momigliano, los fragmentos [de la Vida de Augusto] muestran signos de fi delidad a su escuela: describe tanto sus propias cualidades como aquellas de Augusto, de acuerdo con la tica de Aristteles. Pero su aristotelismo es superfi cial. Se inclina a escribir un pane-grico, tanto de l mismo como de Augusto, y est, de todos modos, lejos de los hbitos eruditos de los aristotlicos. Lo que en sus obras no es encomis-tico, es un relato honesto de acontecimientos polticos y sociales en los que yo no veo nada especfi camente aristotlico. Su Vida de Augusto es el ejemplo mejor conservado de la tradicin helenstica de biografa de un rey. Evidente-mente depende en gran medida de la propia autobiografa de Augusto, pero Nicols interpreta los datos de acuerdo con su propio gusto. El resultado, en cuanto podemos juzgar, es una biografa dinstica, cuyo principal nfasis est en la devocin de Octavio a la memoria de su padre adoptivo, Csar82.

    Tenemos noticias de que Herodes (37-4 a.C.) escribi unas Memorias83 que, naturalmente, conocera Nicols, si es que no intervino personalmente en su redaccin o revisin. Esta obra tuvo muy poca proyeccin, pues sabemos que Josefo no pudo consultarla, y la cita de segunda mano. Agripa tambin habra escrito unas Memorias. Este tipo de memorias autgrafas era relativamente frecuente en el siglo I a.C. Generales como Rutilio Rufo, Catulo y Sila tam-bin escribieron autobiografas84. A su vez estos escritores autgrafos (si es que admitimos, generosamente, que tenan la sufi ciente cultura literaria para escribirlas ellos realmente) podan encargar a terceros que escribiesen con ms imparcialidad biografas suyas. As, sabemos que Ptolomeo, a quien Ni-cols llama su hermano85, escribi una biografa de Herodes86 basadas qui-zs en las memorias de aqul. Ptolomeo era, tambin, un hombre de confi anza de Herodes, hasta el punto de que, en el lecho de muerte, el rey le confi la

    81 O si se quiere abiertamente un panegrico, que no fue objeto de la censura poltica. 82 MOMIGLIANO 1974, 119. En el mismo sentido, WACHOLDER 1962, 25. 83 Citadas por Josefo, Ant. Iud. XV 174: tau`ta de; gravfomen hJmei`", wJ" ejn toi`" uJpomnhvmasin

    toi`" tou` basilevw" JHrwvdou perieivceto. Tambin se le atribuyen algunos estudios fi losfi cos, retricos e histricos (Jacoby 90 F 135; SCHRER 1985, 51; WILKER 2007, 38 n. 82).

    84 Jacoby, FGrHist, IIC, 288-289.85 TOHER 2003a, 429. Todos los textos sobre Ptolomeo han sido reunidos por PARMENTIER-MORIN

    1998, 67-72.86 Jacoby 199 F 1. Sobre Ptolomeo, hermano de Nicols, TOHER 2003a, 429. El nico fragmento de

    Ptolomeo se encuentra en la obra de Ammonio el gramtico, titulada Peri; oJmoivwn kai; diafovrwn levxewn 243 (= Jacoby 199): < jIoudai`oi> kai; < jIdoumai`oi> diafevrousin, w{" fhsi Ptolemai`o" ejn prwvtw/ Peri; JHrwvdou tou` basilevw". jIoudai`oi me;n gavr eijsin oiJ ejx ajrch`" fusikoiv. jIdoumai`oi de; to; me;n ajrch`qen oujk jIdoumai`oi ajlla; Foivnike" kai; Suvroi, krathqevnte" de; uJp aujtw`n kai; ajnagkasqevn-te" peritevmnesqai kai; suntelei`n eij" to; e[qno" kai; ta; aujta; novmima hJgei`sqai ejklhvqhsan jIdoumai`oi. Los testimonios sobre Ptolomeo, todos de Josefo, en PARMENTIER-MORIN 1998, 67-68.

  • Nicols de Damasco, un intelectual singular 223

    custodia del anillo regio con la misin de que lo entregara personalmente a Augusto87. En fi n, Nicols se mueve en un ambiente poltico e intelectual (los gobernantes del crculo de amici augusteos) en el que exista la moda de escribir sobre s mismo o dejar memoria escrita de sus gobiernos (muy largos en el tiempo) y logros. Estas memorias eran una especie de res gestae que com-binaran asuntos civiles y militares. Sin duda, el contacto personal con estos tres hombres (Herodes, Augusto y Agripa) anim a Nicols a escribir tambin su propia Autobiografa. Nicols conoca las Vitae de estos tres personajes, y crey necesario dejar memoria personal de su relacin con ellos.

    Ya hemos hablado de la idea de universalidad de la historia y ecumenis-mo que aparece en la obra de Nicols de Damasco, en la lnea de Polibio88 o Diodoro89. Nicols ejerce un ecumenismo literario a la hora de concebir su Historia General, y la idea historiogrfi ca la expresa de forma resumida en el primer captulo de la Bivo" Kaivsaro":

    Los contemporneos le dieron este nombre (Augusto) en seal de agradecimiento; en lejanas tierras y continentes, en ciudades y pueblos, en su honor se levantan templos y se hicieron sacrifi cios, reconociendo de este modo sus grandes virtudes y los bene-fi cios recibidos por l. Una vez alcanzado el culmen de su poder y de su grandeza, enseguida este hombre fue ejemplo para el mayor nmero de hombres del que se tenga memoria y llev las fronteras del poder romano a su mxima extensin, pro-porcionando un lugar seguro a las ciudades griegas y a las brbaras, y respetando sus formas de vida; primero con las armas, y luego sin ellas, les convenci para que le siguieran, ganndoselos espontneamente, por cuanto su fi lantropa tena merecida fama. Respecto a aquellas gentes de las que antes nada se conoca, ni siquiera sus nombres, y que, en la memoria de los hombres nunca estuvieron sometidos a nadie, l (Augusto) someti a cuantos habitaban en los territorios que hay a este lado del Rin y ms all del mar Jnico, y a las tribus ilricas los llamados panonios y dacios ***

    Todo el exordio es un panegrico de Augusto como conquistador y seor de la ecmene. Quizs coincida, o sea parfrasis, del comienzo de la autobio-grafa del propio Augusto90. Es un guio erudito, cientfi co y encomistico de la extensin del territorio gobernado por Roma. Cabe recordar el gusto por los estudios geogrfi cos de Augusto, a quien se atribuye tambin una Coro-grafi a y un Breviarium totius imperii. Nicols de Damasco al comienzo de la obra refl eja el gusto del prncipe, haciendo tambin una pequea concesin a otros intelectuales fi loaugusteos como Estrabn. Un exordio parecido (y

    87 Josefo, Ant. Iud. XVII 228.88 Pol. Hist. I 4,2,4; I 16,11,4; V 33,2; IX 10,11,3; VIII 2,7,1; XII 23,7,7; XXIII 14,3,3.89 Diod. Bibl. I 3,2.90 CRESCI MARRONE 1993, 75-76; TROIANI 1998, 266-267.

  • 224 Sabino Perea Ybenes

    con idntica fi nalidad) puede leerse en Vitrubio91 y, de forma contracta, en el caput de las Res Gestae Divi Augusti, quibus Orbem Terrarum Imperio Populi Romani subiecit. El dominio del orbe hace referencia tambin al imperium de Augusto como general (mrito injustamente poco reconocido), a sus vic-torias92. Por tanto, Nicols se suma a esta cohorte de intelectuales que celebra la extensin del Imperio y ensalza la Pax Augusta, por la que trabaja personal-mente, primero desde Judea, luego en Roma. Lo importante de este texto, y que cuadra perfectamente con la ideologa de Nicols, es que subsidia las ges-tas militares al respeto, a la piedad, a la grandeza y a la fi lantropa del prncipe. Como, en efecto, afi rma E. Gabba, A leader of outstanding wisdom, at the head of the greatest empire ever known, Augustus had extended the frontiers of the Roman world and had provided a framework for the existence and the consciousness of Greek and barbarian alike, initially by force of arms, then by a process of persuasion and reconciliation93. Esta ltima es una parte del proceso de aculturacin del sometido al imperio de Roma en el que Nicols tiene un papel fundamental en el caso de Judea como embajador poltico y como intelectual. Nicolaus rightly insisted on the education and culture of his hero [Augustus], which underlay the wisdom and justice whith which he ruled the world94.

    c) La Autobiografa, [Idio" bivo"

    El eje sobre el que gira la produccin intelectual y vital de Nicols de Damasco es la educacin, la ajgwghv, que habra que traducir ms cabalmente por la formacin intelectual. No es casualidad que utilice el mismo trmino al titular su autobiografa (Peri; tou` ijdivou bivou kai; th`" eJautou` ajgwghv")95, as como la biografa del joven Csar, la Bivo" Kaivsaro", es decir, de Augusto joven (Peri; prwvth" Kaivsaro" ajgwgh`").

    Como muy bien indica dith Parmentier-Morn, la mejor estudiosa de la obra histrica de Nicols, la Autobiografa, escrita en Roma al fi nal de su vida, recibe la infl uencia de la literatura latina, imitndola, por ejemplo, en el uso

    91 De arch. I 1.92 Octaviano mantuvo cinco guerras civiles, adems de las guerras de anexin que ensancharon

    los lmites del pomerium (Aul. Gell. XIII 14; Tac. Ann. XII 23; Cass. Dio LV 6,6; Aur. Vict. 21,11), por ejemplo, la anexin de Galatia en 25 a.C., y la pacifi cacin de Hispania con la sumisin de los pueblos del norte. Algunos fracasos posteriores recordemos la celebrrima clades variana en el ao 9 d.C. frena-ron el afn expansionista del rgimen augusteo. De hecho, la frontera norte europea del Imperio romano qued establecida para siempre en el Rin (citado aqu tambin por Nicols de Damasco) tras la derrota de Varo en Teotoburgo.

    93 GABBA 1984, 61-62.94 GABBA 1984, 62.95 Jacoby 90 F 131-139. PARMENTIER-MORIN 1998, 18-43.

  • Nicols de Damasco, un intelectual singular 225

    de la tercera persona, como Csar en sus Comentarios, o como en la Autobio-grafa de Augusto. Los auto-elogios de Nicols, como la modestia y el valor96, a las que imprime un valor tico, se explican por los valores apologticos de la obra97, donde parecen converger dos tradiciones: por un lado, la de las Me-morias y otros textos autobiogrfi cos, por otro lado, los tratados sobre moral consagrados a resaltar determinadas virtudes con un trasfondo fi losfi co, en este caso, aristotlico.

    d) La tnica o Coleccin de historias curiosas, Paradovxwn ejqw`n sunagwghv

    De esta obra, dedicada a Herodes, se conservan fragmentos en la obra de Ateneo (s. III) y en el Florilegio de Estobeo, autor del siglo VI98. Se ha sugeri-do que esta obra est inspirada en los novmima barbarikav de Aristteles99, es decir basada en la primera etnografa jnica que desemboca en la paradoxo-grafa helenstica, de la que Nicols se siente parte. Por su parecido se ha pro-puesto, con razn, una dependencia temtica con foro, Teopompo, o con el paradoxgrafo Alejandro Polihstor. Los textos que han llegado100, breves, son ejemplo del inters de Nicols por adquirir una vasta y diversa cultura. Por extravagantes que sean las noticias que da de pueblos lejanos o extraos, los expone con curiosidad, por su rareza, pero con respeto.

    e) Nicols peripattico101

    Algunos autores recuerdan oportunamente que para los antiguos, como Plutarco o Ateneo, Nicols de Damasco es, sobre todo un fi lsofo, un fi lsofo de la fsica que tambin escribe historia102. Incluso se ha visto que la forma de titular su Historia General (segn la Suda)103 e[grafen iJstorivan kaqolikhvn deriva del concepto aristotlico de lo universal, de lo que concierne a todos (kaqovlou, de katav y o{lo").

    Nicols no es un fi lsofo original, es un mulo de fi lsofos, sobre todo de Aristteles (de quien le interesan sobre todo los tratados de historia natural)104

    96 Jacoby 90 F 137-138. Ver el apndice del presente estudio. 97 PARMENTIER-MORIN 1998, 15. 98 Jacoby F 103-124. Todos estos textos paradoxogrfi cos de Nicols de Damasco pueden leerse en

    espaol en la traduccin de GMEZ ESPELOSN 1996, 145-157. Texto y traduccin en PARMENTIER-MORIN 1998, 352-387.

    99 GMEZ ESPELOSN 1996, 145-146.100 PARMENTIER-MORIN 1998, 352-387, con comentario en notas.101 Segn la Suda, tambin fue platnico (JACOBY 90 T 1): filovsofo" peripathtiko;" h] platwnikov".102 WACHOLDER 1962, 3; MORTLEY 1996, 18.103 Jacoby 90 F 1.104 DROSSAART LULOFS 1965 7-14 (con los testimonia fi losfi co-aristotlicos de Nicols de Damasco).

  • 226 Sabino Perea Ybenes

    y tambin, por la misma empata temtica, de Teofrasto, en cuyos tratados Historia plantarum105 y De causis plantarum106 se basa el tratado equivalente, De plantis107, del Damasceno.

    La obra de escritos aristotlicos de Nicols (Peri; th`" jAristotevlou" filosofiva") deba ser extensa108, y tiene importancia la revitalizacin del espritu peripattico en su tiempo, en que los estudios aristotlicos son escasos, si exceptuamos los nombres de Andrnico y de Boetho de Sidn, cuya obra ha llegado tambin fragmentada109. Nicols compendia la Meteorologa de Aristteles, una parte de la Metafsica, sobre matemticas, sobre el cielo, y principalmente las obras de fsica e historia natural del estagirita110, obras subtituladas, conocidas y divulgadas en su versin latina como De generatione et corruptione, Parva naturalia, De plantis111.

    La enciclopedia bizantina Suda, resume as la vocacin fi losfi ca de Nicols:

    Se convirti en un fi rme seguidor de Aristteles, cautivado por la complejidad de la cultura humana, y tena la costumbre de decir que mostraba una predileccin hacia todas las ciencias porque contienen en gran medida todo aquello que necesita un hombre libre, las que son tiles a lo largo de la vida y, por encima de todo, porque te hacen sentirte bien cuando eres joven y cuando eres viejo.

    (Suda, Nicolaos Damaskenos 393 [Jacoby 90 F 132,3])

    El eco de la obra fi losfi ca de Nicols lo tenemos, por ejemplo, en la cita de Digenes Laercio, donde le considera anti-picreo112, y Simplicio recuer-da sus opiniones en su Comentario a la Fsica de Aristteles113.

    105 HORT 1916. 106 DENGLER 1927.107 MEYER 1841; HEMMERDINGER 1967; LEBEDER 1993; y especialmente, DROSSAART LULOFS - PORTMAN

    1989.108 DROSSAART LULOFS 1965, 7-14 (con los testimonia fi losfi co-aristotlicos de Nicols de Damasco). 109 DROSSAART LULOFS 1965, 21-23. 110 jEk th`" Fusikh`" ajkroavsew"; ejn tw`n Meta; ta; fusikav; qeoriva tw`n jAristotevlou" Meta;

    ta; fusikav (DROSSAART LULOFS 1965, 25).111 DROSSAART LULOFS 1965, 27-34. Todos estos escritos se han conservado en griego (testimonia), en

    rabe o siraco, reunidos por DROSSART LULOFS 1965, 35-57 y edicin bilinge y comentarios, ibid. 60-170.112 Diog. Laert., Vida de los fi lsofos ilustres X 3-4.113 Simpl., In Physicis, 22, 22(2d) (= Jacoby 90 T 19): Teofrasto dice que Jenfanes de Colofn,

    el maestro de Parmnides, supone que el primer principio es uno, o que lo que existe y el conjunto del universo son uno (ni fi nito ni infi nito, ni mvil ni inmvil). En su tratado Sobre los dioses, Nicols de Damasco indica que, segn l, el primer principio es infi nito e inmvil, pero Alejandro dice que este mismo elemento es fi nito y de forma esfrica. Este autor tambin menciona a Nicols en su Comentario al Manual de Epicteto 37.

  • Nicols de Damasco, un intelectual singular 227

    Conclusiones

    a) Un intelectual moralista o educador?

    Nicols es un intelectual de primer orden. Por la variedad de sus escritos, que hemos recordado, es quizs el ms prolfi co y el ms multidisciplinar de su poca. En el siglo I a.C. no conocemos otros fi lsofos que escriban histo-ria ni otros historiadores que hicieran (o hubieran hecho) fi losofa. Nicols es un apasionado por la cultura, y por la poltica; y ambas las practic con fruicin toda su vida, desde sus tiernos aos de infancia en Damasco, hasta sus ltimas horas en Roma. La produccin literaria no es el nico mrito de nuestro autor, pues sabemos que, aproximadamente a partir de los 40 aos de edad, se dedic con pasin a la poltica, en Judea, sin abandonar tampoco la vocacin literaria ahora centrada nicamente en su produccin histrica y memorialstica y los viajes entre Roma y Judea. La ruta martima Roma - Alejandra - Cesarea Martima, el puerto ofi cial romano en la costa juda, era muy familiar a nuestro hombre.

    Poseedor de una vastsima cultura, siempre cultivada mediante lecturas ajenas y escrituras propias, Nicols hizo de la cultura, y de su educacin, un signo de su personalidad pblica, muy afamada, de su sabidura, de su me-sura. Estos valores los practic los aos que estuvo en la corte del rey Hero-des, formando parte de sus fivloi, consejeros ulicos. Este fue el periodo ms intenso de la vida de Nicols, siempre animada por las continuas intrigas palaciegas de los vstagos del rey, y por las complejas relaciones que el rey mantena con (y contra) sus vecinos idumeos, y la entente poltica que haba que mantener con los romanos, con Roma, con el mismo Augusto.

    En toda su trayectoria, intelectual y poltica, Nicols hizo bandera de la ajgwghv, de la formacin o educacin de gran nivel, que no slo es aconsejable, sino que es fundamental para todo hombre, especialmente para los gober-nantes. Posiblemente en el horizonte de esta idea de Nicols est la obra de Jenofonte sobre la educacin del prncipe Ciro114. Slo a travs de la forma-cin intelectual el hombre en la vida privada y en la vida pblica puede/debe aspirar a la excelencia, y hasta a la felicidad, porque la educacin, la alta cultura, es lo que nos hace humanos apartndonos de la barbarie, esa barbarie que el propio Nicols dibuja en los fragmentos que quedan de su obra etno-grfi ca115.

    La ajgwghv adquiere en Nicols el rango de valor moral. Y slo en este sen-tido Nicols es un moralista, al estilo de cmo serlo despus Plutarco, para

    114 Cf. TOHER 2003a, 441.115 Jacoby 90 F 103-124.

  • 228 Sabino Perea Ybenes

    quien la educacin y la importancia de la didctica son fundamentales en sus obras, ya en los Moralia, ya en las biografas, ya en sus obras sobre Antiquita-tes. Con menos raz fi losfi ca moral y metafsica, Nicols es podramos defi -nirlo as un pedagogo moralista, cuyos valores supremos no son religiosos sino culturales. Por eso no defi ende los valores religiosos judos, defi ende la poltica de Estado juda, donde han de convivir judos, griegos y romanos, cada uno en su papel. Esos tria corda de los que hablaba el maestro Arnaldo Momigliano.

    Por tanto, la moral prctica de Nicols es la cultura adquirida, la educa-cin, que l llev a sus ms altas cota en la poltica, que era para l una forma superior de fi losofa.

    A nivel personal, sus valores ticos son: la falta de ambicin, particu-larmente de dinero116, la fuerza y el coraje117, el amor a la justicia118, la mo-deracin119, la sencillez120, la generosidad121, el amor a la verdad mediante el estudio continuo, teniendo siempre como eje y gua a la fi losofa122, que es para Nicols un bien tan supremo que, podramos decir, en su caso sustituye a la religin123.

    b) Dicere laudes: Nicols, panegirista de Augusto

    Nicols fue, en opinin de Josefo124, un historiador servil del rey Hero-des. Pero lo mismo podramos reprochar al historiador judo si preguntse-mos la razn de su historia y la relacin poltica con su seor Vespasiano. Y del mismo modo podramos echar en cara a Josefo la falta de reconocimiento explcito hacia la obra de Nicols, que l sigue al pie de la letra para narrar los acontecimientos del reinado de Herodes, porque sabe que Nicols los haba vivido en primera persona, al menos el ltimo periodo, del 17 al 4 a.C.

    Con frecuencia la opinin de los historiadores modernos sobre Nicols de Damasco se reduce a decir simplemente que era un adulador de Augusto.

    Los conceptos servil con Herodes y adulador de Augusto son juicios reduccionistas e injustos con un hombre tan complejo, con una obra tan vasta y una vida tan longeva.

    116 Jacoby 90 F 137,1-2.117 Jacoby 90 F 137,3.118 Jacoby 90 F 137,4.119 Jacoby 90 F 137,5.120 Jacoby 90 F 138.121 Jacoby 90 F 139.122 Jacoby 90 F 137,6.123 Los aspectos religiosos son prcticamente irrelevantes en toda la obra histrica de Nicols. En

    ningn momento da a los confl ictos judos un tratamiento religioso, sino simplemente social o poltico.124 Ant. Iud. XVI 183-186. Ver este texto ms arriba.

  • Nicols de Damasco, un intelectual singular 229

    Nuestro conocimiento de la vida pblica de Nicols se centra, salvo anc-dotas anteriores, en los ltimos aos de su vida, en el periodo 17-4 a.C., coin-cidiendo plenamente, con el ltimo decenio herodiano y con el gobierno de Augusto. Estas dos coordenadas geo-polticas (Judea y Roma) presidirn sus acciones polticas y su ideologa como escritor.

    Nicols es, ciertamente, un cortesano, y un cortesano fi el. Las conversacio-nes y los acercamientos de Nicols a los jefes de Estado con los que se entre-vista (el rey Herodes, Marco Agripa, el propio Augusto), deban tener como tema profesional la poltica la poltica entre Roma y Judea, siempre liman-do asperezas entre ambas cortes y como tema vocacional, la literatura.

    Todos estos personajes Agripa, Augusto, Herodes, Nicols escribieron libros de memorias autgrafas. Por distintas razones y en distinto momento. Y quizs unos intentando emular a otros, o sintindose estimulados por las lecturas de los dems. Nicols revis, y quizs redact en parte las memorias de Herodes; seguro que conoca, por escrito o por voz detalles de las Memo-rias de Agripa, y puede aceptarse que la Autobiografa de Nicols se inspira parcialmente en el De vita sua de Augusto. Pero no slo eso, adems Nicols escribi la biografa de Augusto, la Bivo" Kaivsaro". Por tanto, con este tejido de amistades mutuas, que sobrepasan las simples relaciones de amicitia, para mezclarse con cuestiones diplomticas y de Estado, resulta comprensible que el tinte de la biografa de Augusto escrita por Nicols sea aduladora. Na-turalmente. Nicols estaba en Roma, y visitaba la corte imperial. Era amigo de Augusto125. No poda ser de ningn modo anti-romano o anti-augusteo, porque le hubiera costado caro: la destruccin de su obra y salvar el cuello.

    Existen varias razones para que Nicols escribiera una biografa panegrica de Augusto en los trminos que lo hizo: Dar a conocer detalles de la vida de Augusto, en su juventud, en los crcu-los eruditos de Oriente. Esta obra no poda presentar a un Augusto educado en la fi losofa y las artes al modo helenstico, pero s una buena educacin romana basada en el amor a la familia, el respeto a las leyes y cierta instruccin en la retrica. La Vita estaba escrita en griego y se diriga a un pblico griego. Por tanto, si hacemos algunas correcciones a la supuesta falta de objetivi-dad de Nicols cuando este narra la vida de Augusto, la obra es una fuente extremadamente importante para conocer los primeros aos del princeps e ilustrar su ascenso poltico. Pocos historiadores estaban tan cerca de los acon-tecimientos, y pocos historiadores podan consultar fuentes ofi ciales, y menos an eran los que podan conversar con los protagonistas ste era el caso de Nicols con Augusto , de modo que, a falta de los ltimos libros, perdidos, de Livio, la obra histrica de Nicols (lo que queda de la Vida de Augusto y

    125 HADAS-LEBEL 2009, 46-48.

  • 230 Sabino Perea Ybenes

    los libros 117-124 de la Historia General, que trataran ya del reinado de Au-gusto) tienen una importancia capital, como saban muy bien los historiadores posteriores, como Josefo126, Plutarco, Apiano o Din Casio. Importa tambin el reconocimiento expreso de la legitimidad del rgi-men augusteo, con una exposicin de acontecimientos que minimizan la fi -gura de Antonio127, por una sola o principal razn: para Nicols, Antonio no actu como un hombre de Estado, dejndose arrastrar por la pasin amorosa. Por el contrario, el joven Octaviano representaba la lealtad, que se sustan-ci en Accio. Y slo la lealtad otro valor supremo para Nicols es capaz de generar lealtad. Y este concepto lo lleva Nicols tanto al mbito personal como a la relacin entre Estados. En toda su vida poltica y literaria, Nicols busca afi anzar los lazos de lealtad entre Judea y Roma, a travs de las rela-ciones entre las lites, entre los gobernantes y sus consejeros y amigos, fivloi, entre los que l, indudablemente, se encuentra.

    La idea que el pblico romano y griego poda tener del fi lorromanismo de Nicols, o de su panegirismo augusteo, su dicere laudes, le deba impor-tar muy poco a l. l fue siempre un hombre coherente toda su vida, y en el horizonte fi nal le importaba ms mantener sus lealtades, personales y pol-ticas, que todo lo dems. Por eso se ocup y se preocup al fi nal de su vida en hacer un auto elogio de sus virtudes en la Autobiografa, como viniendo a decir que l pudo equivocarse en algn momento, al mostrar abiertamente sus simpatas polticas, pero que fue un hombre honrado, leal, y culto, y que ante cualquier reproche poda responder como un hombre sabio, como un fi lsofo, algo que, en la Roma de su tiempo, desaparecido Cicern, estaba realmente al alcance de muy pocos.

    Bibliografa

    1. Fuentes

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    126 PARMENTIER-MORIN 1998, 148-150, con cita de los pasajes que Josefo toma directamente de Nicols.127 Al cual, recordemos, Nicols haba conocido personalmente en Alejandra hacia el ao 36.

  • Nicols de Damasco, un intelectual singular 231

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    1.2. Vida de Augusto

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  • 236 Sabino Perea Ybenes

    Tabla 1 Simpatas polticas. Autores anti- y pro- Octaviano Augusto Siglos I a.C. - I d.C.

    Basado en E. Goltz Huzar 1978, 240

    pro republicanos pro Octaviano-Augusto pro Antonio

    (M. BRUTUS, 85-42 a.C. Car-tas)(L. CALPURNIUS BIBU-LUS, m. 32 a.C.)(P. VOLUMNIUS, s. I a.C.)

    Fragmentos de propaganda

    AUGUSTUS, 63 a.C.-14 d.C. Res Gestae(M. AGRIPPA, 63-12 a.C.)(G. MAECENAS, m. 8 d.C.)(G. OPPIUS, s. I a.C.)(L. CORNELIUS BALBUS, s. I a.C.)

    Fragmentos de propaganda

    (M. ANTONIUS, 83/82 30 a.C., discursos, De ebrietate sua)JULIUS CAESAR, 100-44 a.C.(OLYMPUS, s. I a.C.)

    Fragmentos de propaganda

    CICERO, 106-43(TIRO, s. I a.C. Vida de Cicern)VARRO, 116-17 a.C.(MESSALA CORVINUS, 64 a.C.-8 d.C.)

    (ASINIUS POLLIO, 76 a.C.-4 d.C.)(Q. DELIUS, s. I a.C.)(MUNATIUS PLANCUS, s. I a.C.)(M. FADIUS GALLUS, s. I a.C.)

    (TITUS LABIENUS, poca augustea)(TIMAGENES ALEXAN-DRINUS, poca augustea)

    VIRGILIO, 70-19 a.C.HORACIO, 65-8 a.C.PROPERCIO, 50-16 a.C.NICOLAUS DAMASCENUS,

    64 a.C.- 4 d.C.CaesarAugustus

    LIVIO, 59 a.C.-17 d.C.CiceroCaesarAugustus

    (CREMUTIUS CORDO, m. 25 d.C.)(CASSIUS SEVERUS, m. 35 d.C.)(THRASEA PAETUS, m. 66 d.C.)

    VALERIUS MAXIMUS m. ca. 30 d.C. Varro Cicero LivioVEL. PATERCULUS, 19 a.C.-31 d.C.

    VarroCicero(Asinius Pollio)(Messalla Corvinus)AugustusLivius

    SENECA, 5 a.C.-65 d.C.LUCANUS, 39-65 d.C.JOSEPHUS, 37-100 d.C.

    Nicolaus Damascenus

  • Nicols de Damasco, un intelectual singular 237

    20 Augusto visita a Herodes en Galilea, Samara (y Judea?). Augusto aade a los territorios de Herodes las regiones de Gaulanitis, Hulata y Fanias. Augusto nombra (por tercera vez) a Herodes como epitropos de Coele-Syria.

    18 Marco Agripa co-regente de Augusto. Herodes socius et amicus populi Romani.

    17 Herodes acompaa a sus hijos (Alejandro y Aristbulo) a Roma, donde son educados en la corte imperial (segundo viaje a Roma). M. Agripa vuelve a realizar un segundo viaje por Oriente (17-13). Augusto adopta a Gayo y a Lucio, hijos de Marco Agripa y de Julia.

    16 Herodes visita a M. Agripa en Lesbos.

    15 M. Agripa hace una visita de Estado a Judea.

    14 Herodes acompaa a M. Agripa en su expedicin al Mar Negro y al Ponto. Les acompaa Nicols de Damasco. Malas relaciones de Herodes con sus hijos Alejandro y Aristbulo. He-rodes, gracias a la mediacin de Nicols, intercede ante M. Agripa por los judos de Ilium.

    13 Herodes va a Jonia a despedir a M. Agripa. Antpatro, hijo mayor de Herodes, junto a Nicols de Damasco, acompaan a M. Agripa en su viaje, por va martima, a Roma.

    12 Delante de Augusto, Herodes (en su tercer viaje a Roma) acusa a Alejandro y a Aristbulo de conspiracin. Vuelven a Judea: Herodes, sus tres hijos (Antpatro, Alejandro y Aristbulo) y Nicols de Damasco. Augusto otorga a Herodes la mitad de los benefi cios de explotacin de las minas de cobre de Chipre. Augusto es nombrado pontifex maximus. Muerte de M. Agripa.

    10 Herodes manda que Alejandro y Aristbulo sean encarcelados. Herodes acusa al nabateo Syllaios ante el gobernador Saturnino.

    9 Aretas IV, rey de Nabatea, aliado romano. Herodes invade Nabatea y es reprendido por Au-gusto. Herodes cae en desgracia ante Augusto.

    8 Herodes visita Roma por cuarta vez; acompaa a su hijo Antipas para que all reciba educa-cin. Nicols de Damasco, que ha viajado con ellos, reconcilia al emperador con Herodes.

    7 Alejandro y Aristbulo son condenados en Berythus. Herodes nombra sucesores a sus hijos Antpatro (primognito) y Filipo (el cuarto hijo de Herodes, fruto de su unin con Mariam-me II). Antpatro conspira contra Filipo y contra su medio hermano Filipo.