Sociologia Juridica Tema

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD GRAN MARISCAL DE AYACUCHO NUCLEO ORIENTE-EXTENSION BARCELONA MATERIA SOCIOLOGIA JURIDICA PROF.ABOG BETSI MARTINEZ Elaborado por: TALLER DE SOCIOLOGIA JURIDICA. FUNCION SOCIAL DEL DERECHO

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técnicas de investigación en las ciencias sociales

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REPBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD GRAN MARISCAL DE AYACUCHO NUCLEO ORIENTE-EXTENSION BARCELONA MATERIA SOCIOLOGIA JURIDICA PROF.ABOG BETSI MARTINEZ

TALLER DE SOCIOLOGIA JURIDICA.FUNCION SOCIAL DEL DERECHO

Elaborado por:Yelly Gutirrez C.I 9.889.896

EL DERECHO COMO FACTOR DE REGULACION SOCIAL. Ya no se acepta la concepcin "interindividual" de las relaciones humanas. Los hombres no pueden verse ya como unidades aisladas, vinculadas nicamente en la medida en que a travs del contrato quisieran limitar la autonoma de su voluntad sin consideracin al grupo social dentro del cual viven y actan. La sociedad o mejor dicho, las diversas sociedades dentro de las cuales se desarrolla la vida humana han impuesto el reconocimiento de su existencia real, de sus propias necesidades y exigencias, que exceden a un mero conflicto de intereses entre los individuos.

Lo social se impone, en todas partes y en los ms variados asuntos. A veces con exceso, ya que la historia no escapa a la consabida ley de que la reaccin es igual a la accin con signo contrario. Pero an oponiendo reserva a los excesos, stos no pueden desvirtuar el hecho de quien no admita y sienta lo social como una realidad imperiosa ser incapaz de comprender la vida de nuestra poca, como parte integrante de ella se desenvuelve la realidad jurdica.

El Derecho es un fenmeno social. Es una forma de conducta que rige la actividad de hombrespertenecientes a una sociedad dada. Fuera de la sociedad no existe, ni an puede concebirse, a diferencia de la Religin y de la tica, ya que estas formas normativas subsisten aun dentro de un plano individual. La vida social es, adems, el principal objeto del Derecho; ya que, si en ltimo trmino la sociedad tiene como fin el mejoramiento y progreso del hombre, el Derecho coadyuva a ese fin mediante su objeto inmediato de asegurar y mejorar, sirviendo a la justicia, vida y el progreso de la sociedad.Una concepcin que nos parece til a este propsito, como punto de partida, puede ser la de considerar el Derecho como un conjunto de normas que disciplinan el comportamiento del hombre en sociedad. En tal definicin hallamos presentes la razn de ser y la esencia misma del Derecho en cuanto sistema normativo que integra y regula la vida del hombre en el seno de la comunidad de la que forma parte. En consecuencia, el Derecho contempla las actuaciones del hombre en relacin con los dems integrantes de la sociedad en tanto que tales acciones puedan afectar a los dems.

l carcter social del Derecho se manifiesta en un doble sentido: en sentido activo y en sentido pasivo. Para comprender cabalmente el Derecho dentro de la vida social es conveniente apelar a la clasificacin de los fenmenos sociales en factores sociales y productos sociales, segn sean considerados en un aspecto preponderantemente activo (vistos como causas de otros fenmenos sociales) o en un aspecto preponderantemente pasivo (vistos como resultados de otras causas sociales). Pues bien, el Derecho es a la vez un factor y un producto social. Es decir, acta y modifica la vida social sobre la cual se imprime; pero es a su vez, en gran parte, resultado de esa misma realidad social.Por eso, conservando la universalidad de sus fundamentos ideales, hay un Derecho diferente para cada pueblo, dentro de cada poca. Es imposible entender, interpretar el Derecho sin tomar en cuenta ese doble carcter:a) Como factor social, el Derecho modifica y transforma muchos aspectos de la realidad colectiva y asegura entre los asociados la pacfica convivencia.b) Como producto social que es aunque slo en parte, como ms adelante se ver, es a su vez influido por los hechos sociales a los cuales debe aplicarse.

De all que en la sociedad encuentre el Derecho de su ambiente; de all que cada forma social y no solamente el Estado exija (y a veces produzca) su propio Derecho; de all que el Derecho se transforme de manera incesante con las nuevas necesidades y aspectos de nuevas sociedades, si bien llevando siempre como aspiracin y razn de ser la realizacin de la justicia. El hombre, un ser social por naturalezaEl hombre es, pues, un ser social por naturaleza, de tal modo que su propia condicin de hombre slo se ve realizada en tanto que vive en sociedad con los dems hombres. En el seno de esa sociedad, el individuo realiza actos que en cualquier caso afectan a los otros miembros de la comunidad de la que forman parte, de tal modo que cada uno de aqullos se ve envuelto en los resultados de las decisiones de sus congneres. Pero, estando facultado para actuar libremente, es necesario que en esa su libre accin no cause perjuicio a cualquiera de los otros que con l forman la colectividad. Y para que este requisito esencial a toda comunidad humana se cumpla, se requiere la existencia de un "orden", un orden social que a travs de la presencia del Derecho se transforma en orden jurdico y que intenta aparecer como legtimo y justo, con independencia de que, de hecho, lo consiga o no.

Derecho como "ordenacin de la conducta humana"Con arreglo a lo que precede, nos encontramos ya con una nocin del Derecho como "ordenacin de la conducta humana". A diferencia de los animales, cuya conducta viene ya regulada primariamente por la Naturaleza, de modo que todo animal acta conforme a reglas inexorables impuestas a su especie, el hombre procede actuando libremente. Y esta libertad de actuacin del individuo es precisamente la que exige por principio que su conducta sea sometida a la regulacin de normas expresamente destinadas a limitar los excesos y garantizar el "orden" social.

Normas que regulan el comportamiento humano, en consonancia con el propio comportamientoEl conjunto de normas que regulan el comportamiento del hombre en sociedad puede venir dado por los propios comportamientos humanos, es decir, como sntesis de lo que es legtimo en el seno de las actuaciones de los individuos, y entonces nos encontramos con la "norma consuetudinaria", o como resultado de la funcin reguladora del poder pblico, con lo que nos hallamos ante las "normas legales". Las primeras aparecen como fruto del espritu popular, y son el resultado de la sancin impuesta por los propios hbitos o usos comunitarios y de los que deriva su propia fuerza de obligar. Las otras constituyen la resultante de un modo de implantar el orden por la fuerza de los rganos del Estado. Pues bien, en ambos casos, la conducta de los individuos aparece disciplinada y regulada por un sistema normativo que de cualquier modo aspira a la realizacin de la justicia como fin ltimo y trascendente. Cuando cualquiera de los individuos miembros de esa comunidad pretende imponer su voluntad al margen y por encima del sistema normativo, nos encontramos con una vulneracin de la idea de orden.

El Derecho no es norma y solo norma como afirmara en su Teora Pura del Derecho Hans Kelsen, sino que est impregnado de todo elemento social, poltico y cultural, econmico y tambin de valores morales y de conducta en una sociedad determinada, sin obviar que la creacin normativa es a la vez resultado de las luchas y logros sociopolticos de clases, grupos y sectores sociales representados en el rgano supremo de poder y con los agentes sociales que lo aseguran.

Consecuentemente, el Derecho tiene carcter regulador, fija y consagra lo obtenido, lo querido y como resultado de tal funcin se dictan las disposiciones aseguradoras de las conquistas. Ejemplos mltiples se tienen a travs de toda la historia, luego de las grandes revoluciones, se aprueban Constituciones. Esta funcin muestra al Derecho como un fenmeno posterior al hecho, como ente legitimador jurdico, portador de la validez formal posterior en tanto asiste al cambio, pero consolidando jurdicamente las modificaciones que en las costumbres, concepciones e instituciones de la sociedad se vienen produciendo durante un determinado periodo histrico, las que no tendran ninguna estabilidad si no obtienen una consagracin jurdica. Pero tampoco se puede obviar que el Derecho es un fenmeno social y un elemento de la realidad de sta y no es slo normatividad posterior, sino que constituye tambin una parte contextual donde se aplica, que a la vez que nace de la sociedad la condiciona, la moldea. La propia interaccin antes enunciada hace que el Derecho tambin se manifieste como impulsor de transformaciones y asista al cambio social estimulndolo, como gua del futuro quehacer o instrumento de cambio, lo que le hace aparecer como un fenmeno pre-social , independiente y anterior a la realidad, an sin serlo.

La Proteccin Social en la Constitucin y las Leyes, visin particular de algunos socilogos.Un plan de proteccin social no puede basarse en un clsico documento tcnico de clculo y diseo de poltica social para la poblacin vulnerable de un pas con alta volatilidad econmica, como es el caso de Venezuela. Hasta donde tenemos conocimiento, el ltimo esfuerzo por contabilizar y disear una poltica social para grupos vulnerables, en el cual particip el gobierno venezolano, fue a finales del ao 2004 cuando se culmin el proyecto Programa de Emergencia Social para Venezuela, donde se hicieron importantes esfuerzos por: identificar y contabilizar los grupos sociales de mayor vulnerabilidad (nacional y regionalmente); inventariar los programas sociales ejecutados por alcaldas, gobernaciones y gobierno central e iniciativas de intervencin social del sector privado y comunitario y; formular un Plan Social de Emergencia para compensar a los grupos vulnerables en caso de confrontar un nuevo shock econmico, como el que haba tenido lugar en 2002 y su amplificacin por la crisis de inestabilidad poltica del bienio 2002-2003.

La bonanza petrolera que sigui a esos aos, junto a la instauracin de lo que podra parecerse a una poltica social de proteccin, o ms bien a un conjunto de programas sociales que es lo que en definitiva son las Misiones Sociales, termin sustituyendo la necesidad de un plan social dirigido a la poblacin vulnerable, por el lado social, as como por restarle importancia a un plan relativamente convencional de proteccin, por lo favorable de la situacin econmica. . Puestos al da de hoy existen al menos dos condiciones especficas que no permiten, en un plazo previsible, disear para Venezuela un plan de proteccin social como los conocidos en el pasado (los denominados programas de compensacin social). La primera razn es que dentro de lo imprevisible que puede ser la economa venezolana, nadie est previendo un shock econmico externo y, an cuando hay suficientes distorsiones y desequilibrios econmicos como para que algunos de sus ajustes puedan tener impactos sociales de importancia, no hay la intencin poltica, ni la necesidad econmica de cometer (como lo fue en el pasado) un nuevo error de gobernabilidad aplicando un ajuste econmico de alto impacto social. Si como parece indicar la evolucin y perspectiva econmica del pas existe margen para introducir los correctivos fiscales, cambiarios y de precios con bastante gradualidad, as como un desmontaje progresivo y acordado de los controles en general (bajo el supuesto, de que estamos ante la posibilidad cierta de un cambio de autoridades y de poltica econmica. Dicho esto, la poltica de proteccin social debera en primer lugar formar parte de un plan social integrado y no, como hasta ahora, de un conjunto de acciones aisladas que no conocen la multicausalidad de los problemas y necesidades a atender, del nivel de jerarquizacin de las variables intervinientes, y de los efectos no controlados y que no dependen de la accin pblica o incluso de los efectos perversos, pues entonces el componente compensatorio o de emergencia social con el que se han diseado buena parte de los programas de proteccin social, debera no estar presente. La poltica de proteccin social que necesitamos debe superar la perspectiva unidimensional, esa segn la cual frente a un problema social, se disea una accin pblica (programa social o misin), y que actuando sobre una sola dimensin del problema pretende resolverlo. Dicha visin es lo que est detrs del supuesto de que al inaugurar un ambulatorio o un mdulo de Barrio Adentro, se atendi (resolvi?) el problema de la salud. Ms aulas de la Misin Rivas y ya no hay problemas de exclusin escolar. Universidades y aldeas y los jvenes tienen como entrar a la vida productiva. Activar el programa Nios del Barrio y ya no hay nios de la calle; Mercal y desaparece el desabastecimiento. En suma a una necesidad, un programa, un nombre, una accin pblica y una propaganda. Aunque parezca una caricatura a eso tienden las Misiones, de all que sean lo ms parecido a una colcha de retazos. Esa es la poltica social venezolana, carente de integracin con otras reas del desarrollo y sus polticas, y ausente de un plan que efectivamente permita el desarrollo de las capacidades y calidad de vida de las familias. La dispersin y ausencia de un plan de desarrollo social finalmente genera fuertes ingobernabilidades dentro del sistema, las cuales se evidencian no slo en los problemas de atencin, de calidad, e imposibilidad de gestin por la ausencia de sistemas de medicin y monitoreo de la poltica, sino tambin en que son las propias autoridades las que son sorprendidas cada vez que ocurre un escndalo pblico o una denuncia relacionada con la incompetencia de la poltica social. Sean por mdulos cerrados, comida descompuesta, funcionarios que no cobran o becarios cesantes. Lo trgico es que esta lgica de disear y gestionar (y no evaluar) los programas sociales no parece ser exclusiva del gobierno nacional. Los distintos gobiernos regionales y locales, sin importar a qu corriente poltica pertenecen, as como los beneficiarios, sin importar tampoco sus preferencias partidistas, se han instalado en esta lgica procedimental misionera.

Un problema social, un programa social, una asignacin presupuestaria y una propaganda. Para ordenar este caos sistmico, que dado su diseo fuertemente politizado parece gobernado por las encuestas de opinin, sujeto a los vaivenes de las demandas de los sectores ms movilizados, que atiende a las necesidades de apoyo de los gobiernos, antes que las necesidades objetivas de la persistente injusticia social del pas, debemos comenzar por diferenciar dos mbitos de polticas y aclarar de qu trata la poltica social. En trminos generales, y utilizando un lenguaje coloquial, podramos decir que la poltica social es aquello que permite la calidad de vida de las personas (especial pero no nicamente), de las puertas de sus casas para afuera. De la puerta de la casa para adentro, en la esfera privada, el empleo y el ingreso son las claves del nivel de vida y satisfaccin de las necesidades. Los dficit en servicios sociales de educacin, salud y seguridad social, de infraestructura que permite la vida en los grandes conglomerados humanos (servicios conexos a las viviendas, medios de transportes, redes de abastecimiento, recreacin y seguridad), as como la inadecuada o nula dotacin de intangibles culturales y de seguridad, forman parte de lo que alguna literatura ha comenzado a denominar como pobreza de entorno, la cual no slo depende del resultado de las polticas pblicas, sino que adems condiciona en gran medida la calidad de vida de las personas y la satisfaccin de necesidades esenciales que no pueden ser satisfechas desde el ingreso de los hogares.

Podemos entonces definir dos primeros pilares de la poltica social estructural. Uno que atiende las condiciones de pobreza material para su superacin, es decir la que permite la acumulacin de haberes para el desarrollo de capacidades productivas y ciudadanas. Aqu estamos refirindonos a un primer conjunto de polticas sociales universales por sectores, representadas por las educativas y formativas, de salud y seguridad social (que se diferencian de otro conjunto de mbitos de intervencin que son las que determinan la pobreza de entorno de las comunidades) en las cuales la participacin social y las polticas pblicas van de la mano. El segundo pilar se refiere a las polticas sociales de hbitat o entorno (vivienda, servicios y prevencin de desastres), as como las de dotacin de infraestructura urbana o semiurbana (vialidad, transporte, redes de bienes y servicios, y seguridad ciudadana frente a la naturaleza), las cuales en entornos comunitarios y populares deben formar parte de la poltica social. Las redes de servicios sociales universales (educacin, salud y seguridad social) seran entonces el primer pilar de una poltica social integral, mientras que el segundo pilar estara conformado por el hbitat, la infraestructura y los servicios de la comunidad, siendo estos ltimos los que en definitiva integran un todo definido por la calidad de vida.

Definido as el cuerpo estructural y universal de la poltica social, sta debe complementarse con un conjunto de programas dirigido a resolver los problemas de equidad que no permiten que todos los individuos y sus familias pueda acceder y acumular de igual forma los servicios sociales de los cuales dependern sus capacidades presentes y futuras. Este conjunto de programas, que normalmente se reconocen como la batera de acciones dirigidas a enfrentar los nudos de pobreza, tienen que tener estrecha relacin con los dos pilares anteriormente descritos, con el fin de apoyar a estos y garantizar la superacin de las desigualdades de acceso y calidad. Los programas sociales parten entonces de las particularidades que tienen poblaciones especficas (por criterios geogrficos, tnicos, de gnero o edad) que, de no atenderse, supondr para estas poblaciones no acceder a la escuela, carecer de servicios de salud o vivir amenazados por el medio ambiente. Lgicamente la variedad de situaciones particulares, producto de la heterogeneidad social que tiene el pas, conlleva a que esta parte de la poltica social sea dinmica y variada, lo que la puede llevar a verse como desintegrada y casustica, a menos que su rectora est integrada a los grandes sistemas que proveen los servicios de salud, educacin, seguridad y hbitat, es decir los dos pilares de la poltica universal. A su vez los programas sociales deben distinguir entre los programas que pretenden garantizar acceso con el fin de aumentar la equidad (programas sociales de apoyo), de aquellos que efectivamente son de proteccin o dirigidos a la poblacin vulnerable (programas sociales de auxilio).

De esta forma, una buena manera de organizar los programas sociales sera distinguiendo los que estn ntimamente vinculados a las redes de provisin de servicios sociales (educacin y salud) y que consisten en programas para aumentar las dotaciones de poblaciones que estn en desventaja para acceder a los programas universales. Tal es el caso de los programas de apoyo a la escuela (alimentacin, transporte, tiles y becas entre otros), a la salud (subvencin y dotacin de medicinas o tratamientos) o a la seguridad social (transferencias a hogares con adultos mayores). Estos programas deberan diferenciarse de aquellos que son sistemas de auxilio a personas o grupos familiares en estado de necesidad. Ellos en s mismo ni dependen, ni necesariamente se relacionan con la red de servicios sociales. Se trata de los programas para la atencin de la vulnerabilidad social y, en general, estn concentrados en programas para los nios menores de 5 aos, madres embarazadas, jvenes en situacin de riesgo, hogares en pobreza extrema (con todas sus variantes que veremos ms adelante) y mujeres en situacin de riesgo.Una poltica social sin medicin es una poltica de gerentes ciegos, porque lo que no se mide no se gerencia. Solo una poltica social guiada por metas tangibles y vinculaciones orgnicas con las reas que impacta, y de las que la impactan, puede independizarse de los objetivos polticos de corto plazo, los cuales estn constituidos en su mayora por la inmensa cantidad de demandas (y de todo tipo) que reciben las instituciones pblicas, las cuales deben canalizarse bajo el realista principio de que los representantes electos deben no solo ser responsables, que es lo que se deriva de una poltica como la esbozada, sino que tambin deben resolver en el corto plazo, que es a lo que nos tiene acostumbrado la poltica social reactiva y electorera de la actual administracin.

Los aciertos y desaciertos de la poltica actual como puntos de partida de una nueva poltica social para los grupos vulnerables Lo que en la actualidad podra parecerse a una poltica social para los grupos vulnerables son el conjunto de Misiones Sociales. Hasta el ao pasado existan 35 de ellas y, como se entender, no todas estaban dirigidas a la atencin de grupos vulnerables. Ya lo hemos dicho, pero habra que reiterar que las misiones, si bien no son la totalidad de la poltica social, tuvieron la virtud de convertirse en la constatacin del discurso comprometido con el pueblo y sus problemas. Efectivamente ese fue su principal mrito, haber conectado con los problemas de los sectores populares y por lo tanto, all tenemos un primer listado de poblaciones a atender.

Desaciertos Haber hecho la conexin popular y dar respuestas para, por ejemplo, atender las necesidades de asistencia mdica primaria de manera oportuna y accesible, distribuir bienes de primera necesidad algo ms baratos que en las redes formales o informales de abastecimiento privado, as como renovar la esperanza en la educacin, no tanto para los estudiantes formales, sino para los cientos de miles que haban sido expulsados de un sistema que sigue siendo excluyente y de poca calidad, fue parte de la ilusin que compraron los sectores populares. El rosario de necesidades que pretendi ser resuelta por medio de un rosario similar de misiones, desconectadas y descoordinadas entre s, como si cada problema requiriera de una sola y concreta accin gubernamental, termin derivando en un esfuerzo presupuestario y gubernamental que nadie sabe su verdadero impacto, salvo el dividendo poltico que claramente se trata de cobrar por anticipado. Las misiones y sus creadores nunca entendieron (o no les interesaba entender) que el desarrollo social va ms all de dotaciones puntuales y espasmdicas. Ello tiene que ver con el grado de autonoma y los niveles de independencia que los propios beneficiaros van ganando, especialmente de la mano que (no desinteresadamente) les otorga tales servicios sociales.

El desarrollo social, al que debe apuntar una poltica social integral y liberadora, no slo se preocupa en que las familias pobres o en estado de necesidad cubran sus deficiencias, sino de cmo las cubren. De nada sirve repartir, si con ello no se logra que el beneficiario pueda prescindir de su benefactor. Haberle pedido a la estrategia social de las misiones la liberacin del pueblo venezolano era demasiado. Pero al menos, gracias al cmulo de recursos con el que contaron, debieron haber cumplido con las metas de cobertura que se propusieron.

Donde se ofrecan miles de mdulos de Barrio Adentro, eran ms los que se cerraban que los que inauguraban. La distribucin de alimentos termin carcomida por la corrupcin y la ineficiencia. Los operativos y las largas colas cada vez formaron menos parte del decorado de las calles de barrios y pueblos, no porque se ganaba en la consolidacin de una red de abastecimiento a la disposicin del pblico de atencin diaria y con una amplia gama de productos de la cesta bsica, sino porque cada vez era menos frecuente que mercales, mercalitos o sus ferias se hicieran presentes en las comunidades. Las misiones educativas no slo dejaron de alimentar las esperanzas de aquellos jvenes que vieron como las ilusiones se haban terminado junto a un octavo grado inconcluso o repetido por segunda vez, para convertirlos en repitientes de la desercin tras el abandono de una Misin Rivas sin contenido, unas aldeas universitarias en las que nunca se dieron clases o una campaa de alfabetizacin que slo haba logrado la meta en las frases aprendidas de quienes enumeran los logros del gobierno. Del resto de las misiones, slo nos enteramos de ellas cuando sus empleados protestan por falta de pago, o sus beneficiaros lo hacen por falta de atencin. Sin embrago, y como hemos sealado, cada una de ellas puede que est dando cuenta de una demanda social que se articul en forma de Misin gracias a la fuerte conexin que esta administracin ciertamente logr con los sectores populares. En relacin con las dos ltimas creaciones de poltica social, la Misin Vivienda y la Misin Agro-Venezuela, estas cada vez califican mas como un nuevo caso de promesas incumplidas. No slo porque claramente las realizaciones no se corresponden con las metas propuestas, sino porque siguen el mismo principio que las anteriores: ganar popularidad y con ello votos para el proyecto poltico que las hizo nacer. Aciertos Luce ms que lgico que cualquier poltica dirigida a los grupos vulnerables debe partir de las Misiones Sociales, quizs no todas. Incluso, puede que las ms masivas o conocidas ni siquiera formen parte conceptualmente de una poltica social para los grupos vulnerables, sino que deberan formar parte de la red de servicios sociales universales (caso de las misiones educativas, todas las modalidades de Barrio Adentro y las estrategias de comercializacin popular pblica).

Ms que en las Misiones de tipo masivo, el punto de partida de una propuesta para los grupos vulnerables consiste en el reagrupamiento, sntesis, ampliacin o eliminacin de las misiones que van dirigidas a grupos especficos, las cuales, como se ver, no son muchas dado que las misiones sociales, si bien es lo que ms se acerca a una poltica de proteccin, estn bastante lejos de ser una poltica para atender a los grupos sociales vulnerables. Adicionalmente, no hay manera de formarse un juicio de cada una de ellas, de evaluar sus coberturas reales y mucho menos su impacto. No hay informacin.

Resulta imposible saber cunta poblacin se atendi o incluso los verdaderos componentes de cada misin. Los recursos asignados suelen caer en el desorden de un presupuesto nacional que se ejecuta en ms de un 50% por medio de crditos adicionales y, como se entender, ninguna de estas misiones dispone de ninguna evaluacin confiable, no se reportan datos de ejecucin (ni fsica, ni financiera) que estn alejadas de esa mquina de propaganda poltica que ha asumido para s el sistema de informacin social, de forma tal que es muy probable que la decisin sobre qu hacer con las Misiones ser cuando efectivamente ocurra un cambio de administracin y los entrantes se enteren de lo que haya dejado la administracin saliente. Antes de ese momento podra tenerse el siguiente mapa de ruta para comenzar a hilvanar, desde lo que se ha hecho en estos ltimos aos, con la poltica de proteccin.

Criterios para ordenar, desde las misiones, un programa de atencin a la poblacin vulnerable

Programas de Transferencias. Obviamente, y como veremos ms adelante, una de las piezas fundamentales de un programa social de atencin a la poblacin vulnerable lo constituyen los programas de transferencias monetarias. Varias misiones sociales tienen este componente vinculado a una condicin de vulnerabilidad que tendra el beneficiario. Aunque con denominaciones muy generales y ambiguas como Madres del Barrio o Nios del Barrio, que suponen asignaciones monetarias, as como las Casas de la Alimentacin y Prevencin de la Desnutricin, constituyen parte de misiones sociales para atenuar las consecuencias de la pobreza extrema. Buena parte, sino todos, de los beneficiaros de todas las misiones que tengan como uno de sus componentes transferencias monetarias, debern mantenerse conforme se disea un Sistema Nacional de Transferencias que se corresponda con unos criterios de elegibilidad justos y conformes a principios de necesidad y corresponsabilidad del beneficiario y sus familias.

Programas de Proteccin a Poblaciones Especficas. Misiones como Guaicaipuro, Piar o Negra Hiplita, son claros ejemplos de programas que podran ser reformulados y mejorados en su diseo para efectivamente atender a grupos tradicionalmente vulnerables en el pas como lo son la poblacin fronteriza y en zonas dispersas, las etnias indgenas y la poblacin en situacin de calle.

Programa de Atencin a Vctimas. Aunque ninguna de las misiones est especficamente diseada para la atencin de vctimas de desastres naturales, la vulnerabilidad frente a la naturaleza no slo es mayor entre los ms pobres, sino que adems stos tardan ms en recuperarse cuando son vctimas de estos desastres. An cuando la atencin de estas situaciones se relaciona ms con el desarrollo de sistemas de prevencin, no hay dudas que mientras estos se consolidan hay que tener programas para hacerle frente a estas contingencias.

Programas de Prevencin de Riesgo Social. Este sera el criterio fundamental para el diseo de una poltica dirigida a los grupos vulnerables. Por medio de transferencias monetarias o la atencin a grupos especficos, criterios ya sealados, se puede auxiliar a las poblaciones cuya vulnerabilidad es ms una realidad (pobreza extrema, exclusin, dficit de atencin mdica, mal nutricin, etc.) que un riesgo. De hecho, podra decirse que si se hubiesen podido mitigar las condiciones de riesgo que condujeron a la vulnerabilidad de los grupos sealados, los programas de auxilio social seran mnimos.

Por lo anterior, un programa de atencin a grupos vulnerables debera considerar a la poblacin en riesgo con el fin de mitigar los efectos sociales negativos que de ellos se derivan. Bajo este rengln se agruparan misiones o programas dirigidos a jvenes en situacin de riesgo (jvenes de 15 a 25 aos que ni estudian, ni trabajan); adultos mayores en condicin de pobreza (privilegiando los que son jefes de hogar de los que no lo son); adolescentes embarazadas en situacin de pobreza; mujeres solas jefes de hogar en condicin de pobreza.

Los programas de capacitacin juvenil (Misin Che Guevara, antes Vuelvan Caras) o las Misiones educativas dirigidas a los jvenes excluidos del sistema educativo, podran reformularse para formar parte de los programa de prevencin de riesgo.

Polticas Sociales para los grupos vulnerables.La transicin demogrfica por la que est pasando Venezuela supone, como para otros pases de la regin, un proceso de envejecimiento, el cual nos est convirtiendo de un pas de nios a un pas de jvenes y, en el futuro cercano, con una proporcin de adultos mayores cada vez ms importante.

La identificacin de los grupos vulnerables.Los grupos vulnerables especficos, como poblacin en situacin de calle, grupos tnicos y la que habita en zonas de frontera de baja densidad poblacional o zonas dispersas, as como la poblacin vctima de desastres naturales, estn definidas por sus propias caractersticas de vulnerabilidad; sin embargo, para la poblacin juvenil, adulta mayor y mujeres cabeza de hogar, su condicin de riesgo y subsiguiente vulnerabilidad debe ser definida.

En razn de lo anterior, en los grupos vulnerables debe precisarse que se considerarn como integrantes de los mismos, a jvenes, madres jefes de hogar y adultos mayores en condiciones de riesgo. En el caso de los jvenes, ellos estaran en condicin de riesgo o bien porque estn en situacin de pobreza, o bien porque puede que est comprometida su transicin a la vida adulta, dado que ni estudian, ni trabajan. Por su parte, el riesgo para los adultos mayores viene dado por su condicin de jefes de hogares en situacin de pobreza. Del lado de las jvenes tambin debe considerarse al embarazo precoz como una condicin de riesgo, tanto para la madre como para el nio.

Cualquiera sea su condicin socioeconmica, la preez prematura la incorpora del lado de los grupos sociales sometidos a riesgo. Ya entrando en los tradicionales grupos vulnerables tenemos a los hogares en pobreza extrema, segn el tamao del centro poblado, ya que a menor grado de 15 urbanizacin la severidad de la pobreza es mayor y, dentro de ellos, privilegiar a los hogares pobres con madres solas jefes de hogar, o jvenes menores de 25 aos, o adultos mayores de 60 aos. Considerado los grupos vulnerables, pasemos a dimensionarlos. Tamao de los grupos vulnerables Los grupos en riesgo y en consecuencia objeto de programas sociales de auxilio o proyeccin social a la vulnerabilidad, seran:

Hogares pobres de centros poblados medianos y semi-rurales y hogares pobres extremos de las grandes ciudades: 1.838.770 hogares (32.65%). Por tratarse de un nmero tan elevado, casi un tercio de los hogares, esta cifra habra que jerarquizarla segn uno o varios de los siguientes criterios que, como se entender, no son mutuamente excluyentes: Hogares en pobreza extrema con nios o adolescentes menores de 15 aos: 423.986; hogares en pobreza extrema con adultos mayores: 145.014; hogares en pobreza extrema con madres adolescentes: 17.054 y; hogares en pobreza extrema cuyos jefes de hogar tienen menos de 25 aos: 42.598.

Jvenes en situacin de riesgo (ni estudian, ni trabajan): 1.268.112. De esta poblacin el 68,1% est en condicin de pobreza.

Madres sin pareja (independientemente de si son o no jefes de hogar) en condicin de pobreza: 551.352, de ellas, 116.217 estn en pobreza extrema.

Madres adolescentes: 79.710 madres menores de 19 aos, de las cuales el 79,1% estn en condicin de pobreza.

Adultos mayores en condicin de pobreza: 695.313.

Descripcin de los Programas.Haciendo abstraccin de los grupos vulnerables especficos, as como de los programas de atencin a la poblacin vctima de desastres naturales, dado que las caractersticas de estos programas no sern desarrollados para darle espacio a los programas masivos de mitigacin de los riesgos de la poblacin vulnerable, nos concentraremos en la descripcin de los programas sociales para las poblaciones en condicin de pobreza segn sus niveles de vulnerabilidad (dados los grupos etarios y de gnero que los componen). Para ello presentamos cinco grupos de poblacin objetivo de programas sociales jerarquizados segn las prioridades de atencin (ver cuadro), de forma tal de disear un solo programa de transferencias directas que ser acompaado por componentes educativos, de salud y de responsabilidad ciudadana, segn las caractersticas y nivel de vulnerabilidad de cada grupo.

Jerarquizacin de la Vulnerabilidad de los Hogares por Tipo y Grado de UrbanizacinTipo de HogarMadre AdolescenteMadre sin ParejaJvenes no InsertosAdultos MayoresJefe de Hogar Menor de 25 aosCon Nios

Hogar Pobre (Extremo o No Extremo) de Zona Rural o Semi - Urbana

Prioridad 1

Prioridad 2

Prioridad 3

Prioridad 3

Hogar Pobre Extremo de Zona Urbana

Hogar No Pobre de cualquier ZonaN/AN/AN/AN/A

Programas de Transferencias Acumulativas: Cada uno de estos hogares gozara de una subvencin condicionada mensual, segn las caractersticas del hogar y su vulnerabilidad. Cada una de las condiciones es acumulativa, de forma tal que el hogar ms vulnerable (madre adolescente sola, con joven - posiblemente un hermano- que ni estudia, ni trabaja y padre o abuelo mayor de 60 aos) recibira hasta tres subvenciones para igual nmero de condicionamientos.

Componentes por tipo de vulnerabilidad y condicionamientos a) Atencin a la madre adolescente: componente de salud materno-infantil y capacitacin laboral.b) Atencin a la madre soltera: componente de capacitacin laboral.c) Atencin a los Jvenes en Riesgo: componente reinsercin escolar o de capacitacin laboral d) Atencin a los Adultos mayores en Estado de Necesidad: componente de salud a la tercera edade) Atencin al Joven Jefe de Hogar: componente de capacitacin laboral f) Atencin a los Hogares pobres extremos con nios: condicionamientos de asistencia escolar.

Sobre los condicionamientos de los programas dirigidos a los grupos vulnerables.Los programas de transferencias directas a grupos vulnerables suelen prever sistemas de condicionamientos para la recepcin de estas ayudas. La idea es tratar de que estas transferencias sirvan como estmulo para el desarrollo de conductas productivas o favorables para sus beneficiarios. La obligatoriedad de la asistencia escolar, el control de nios sanos, la inscripcin, asistencia y culminacin de cursos de capacitacin laboral, suelen ser el tipo de programas asociados a las transferencias.

La idea de condicionalidad supone que las poblaciones vulnerables podran hacer uso de estos beneficios en actividades o en gastos no esenciales o autodestructivos (consumo de alcohol, tabaquismo o al extremo drogas). An cuando en Venezuela no disponemos de estudios al respecto, dado que en el pas propiamente nunca se han adelantado programas sociales de transferencias asociados a condicionamientos como los que s tienen lugar en otros pases del continente, partimos de la hiptesis de que tales presunciones de uso nocivo de las transferencias directas responden ms a prejuicios que a constataciones.

Adicionalmente existe el problema de que tales condicionamientos requeriran de una corroboracin de la cual probablemente las instituciones y redes de servicios sociales no estn en disposicin de, en primer lugar, garantizar que el servicio se preste a quienes se les est condicionando la ayuda y, en segundo, lugar que efectivamente existan los mecanismo para chequear que el beneficiario est cumpliendo con la condicionalidad.

En razn de lo anterior nos inclinamos a pasar del criterio del condicionamiento al del acompaamiento, es decir, cada transferencia sera acompaada de un programa de salud, educacin o capacitacin, en el cual se inscribe el beneficiario garantizndole un cupo, matricula o servicio especializado para el tipo de poblacin vulnerable que se est ayudando monetariamente, sin que efectivamente se condicione la ayuda, dadas las complicaciones sealadas y la presuncin razonable de que efectivamente los beneficiarios utilizaran adecuadamente la ayuda.

Identificacin de los grupos vulnerables. Las Misiones Sociales normalmente parten de registros o listas de personas que voluntariamente se inscriben solicitando formar parte de la ayuda o beneficio social que stas supongan. Bajo este sistema existe la posibilidad de que entren en las Misiones poblaciones que no necesariamente se ajustan al perfil prediseado. Como hemos dicho, dada la profunda carga poltica de las Misiones probablemente las autoridades actuales o estn muy interesadas en corregir tales desviaciones. El ejercicio de identificacin de poblaciones objetivas, ms que una actividad dirigida a excluir beneficiarios, se trata de identificar aquellos que efectivamente la necesita, pero que por estar excluido de los sistemas de informacin o por la propia razn de formar parte de la pobreza ms extrema se autoexcluyen del beneficio. Hay abundante experiencia de cmo desarrollar sistemas de identificacin y localizacin de poblaciones en estado de necesidad que se ajusten a los criterios de cada programa. Para el caso especfico de Venezuela y en la posibilidad de que estos programas se lleven adelante en 2012, la oportunidad del censo de 2011 (previa su validacin) resulta una herramienta de identificacin que estara a la mano de los ejecutores de estos programas.

Vulnerabilidades rezagadas.Si bien el grueso de la poblacin actual est constituida por las nuevas demandas que se generan a partir de la transicin demogrfica que experimenta el pas (lo cual ha hecho que pasemos de problemas materno-infantiles a problemas juveniles) es cierto que an existen poblaciones vulnerables que se ajustan ms al perfil de la Venezuela de los aos 60 y 70 del siglo pasado. Nos referimos a los nios menores de 6 aos pertenecientes a hogares en situacin de pobreza y a las madres embarazadas de este tipo de hogares. En efecto, dadas las desigualdades en la velocidad de la transicin demogrfica, en las entidades ms rezagadas (estados llaneros, Amazonas, Amacuro y algunas regiones del estado Zulia y sur de los estados orientales) encontraremos bolsones de vulnerabilidad constituida por nios bajo riesgo nutricional, de salud en general y excluidos del sistema escolar (pre-escolar y primaria). Sobre este ltimo aspecto es importante sealar que en Venezuela an contamos con un 40% de nios menores de 6 aos que no asisten al pre-escolar y que la poblacin de nios menores de 12 aos no escolarizados, aunque es baja (menos del 3% a nivel nacional) en ciertas regiones muy deprimidas pueden alcanzar cifras realmente escandalosas. Segn lo anterior se necesitaran programas de atencin a poblacin vulnerable centrada en los nios y en las mujeres embarazadas. Por fortuna el pas tiene alguna experiencia al respecto y, por lo tanto podran reactivarse los programas sociales que en su oportunidad se ejecutaban de manera masiva (como los centros de cuidado infantil o los programas nutricionales vinculados a los ambulatorios y centros de salud), en aquellos municipios donde la poblacin vulnerable este constituida por nios y embarazadas. Estas identificaciones y activaciones de programas especficos deberan estar a cargo de los gobiernos locales y regionales de las zonas del pas que presentan tales rezagos sociales.

Anlisis del contexto planteado en este taller.Por lo antes expuesto, as como por las particularidades de inestabilidad poltica que padece el actual gobierno, parece poco factible proponer reformas tendientes a construir una red de proteccin social eficaz, eficiente y sostenible. De igual forma, se hace difcil evaluar y propiciar lo complementario de las polticas de un sector cuya administracin se autodefine como abierta e desestructurada.Por otra parte, la politizacin del sector no es vista por el actual rgimen como un mal, sino por el contrario, como un vnculo de organizacin social necesario, de all que es improbable cualquier planteamiento tendiente a la despolitizacin de las polticas sociales.Resulta difcil hacer proposiciones en la medida en que los criterios ms generales no estn al menos medianamente formulados, y en consecuencia resulta improcedente realizar propuestas de carcter especfico, ya que, de lo que se trata es de hacer o definir cul es la poltica social.Todo parece indicar que en Venezuela estamos en presencia de un modo distinto de hacer poltica social, la cual se fundamenta en la profundizacin de lo que normalmente se considera como inadecuado. Aunque ello es presentado por los actuales gerentes y decisores sociales como un nuevo paradigma de gestin social, prototipo de poltica cuyos resultados estn todava por verse.